La tecnología wareable busca, a través de dispositivos inteligentes, mejorar la calidad de vida de las personas de la tercera edad, y Chile la está aplicando.
Chile es el tercer país más envejecido de Sudamérica. Las estadísticas que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) proyecedicen que ha proyectado que en cinco años más el 17,3 % del total de la población será adulto mayor, es decir, 3,3 millones de personas.
Este panorama no se aleja de la realidad global, pues la proporción de mayores de 60 años aumenta más rápidamente que cualquier otro grupo de edad en casi todos los países, es decir, el envejecimiento es un fenómeno mundial.
Hoy en día, el Servicio de Teleasistencia Domiciliaria brinda un apoyo preventivo, inmediato y permanente que a través de relojes inteligentes, gafas, exoesqueletos o sensores conectados en el hogar, permite que personas con pérdida de autonomía personal, o con riesgo físico, psicológico o social puedan estar en contacto las 24 horas del día y los 365 días del año con un centro de atención, y con sus familiares, donde personal especializado dará respuesta adecuada a la demanda. En pocas palabras, el uso de la tecnología wareable.
Esto permite a las personas vulnerables y ancianos a vivir de forma independiente y con mayor tranquilidad en su vida cotidiana. Esta solución comparte la información con los familiares elegidos, ayudando a ser proactivos en la detección de posibles problemas. Además, a través de un portal web de administración de uso sencillo, los familiares pueden conocer el calendario de citas médicas, informaciones de interés, ubicación y procedimientos en caso de emergencia. Los servicios médicos pueden seguir el progreso de los pacientes y actualizar continuamente su estrategia médica y de salud de manera individualizada.
Actualmente, las empresas relacionadas con el área tecnológica, buscan solucionar algunas de las preocupaciones relacionadas con el aumento de la expectativa de vida al ofrecer una herramienta de “seguimiento de personas”, las que posibilitan coordinar y gestionar una red de ayuda compartida con familiares y médicos.
Se trata de utilizar la tecnología para resolver uno de los grandes problemas de estas personas, la soledad. Así, a través de las aplicaciones, los familiares pueden mantenerse en contacto con el paciente y éste se siente reconfortado al saber que siempre está acompañado.