Samsung sigue negada a explicar las causas que producen los casos de combustión del Galaxy Note 7.
CIO América Latina| Mario Augusto Beroes Ríos|@marioberoes22
Un comunicado dado a conocer a través de algunas de sus filiales a nivel mundial, habla excuetamente de un “retiro temporal” del aparato.
Las acciones y cualquier previsión financiera de la empresa surcoreana siguen en picada, esto apenas dos días después de anunciar que deja de producir el teléfono Galaxy Note 7 por los repetidos casos de combustión del dispositivo, ya que tanto los aparatos afectados por el fallo de sobrecalentamiento como los repuestos han demostrado enormes fallas y ser extremadamente peligrosos para su uso.
La pregunta es si Samsung retornará a los clientes, que hasta ahora han adquirido el Note 7 el importe de más de 5.000 millones de dólares, o los compensará con otro aparato de la misma gama. En EE.UU se vendieron 2 millones de aparatos y en Europa millón y medio.
No hay cifras oficiales, pero las primeras estimaciones de los analistas de Credit Suisse Group AG justo después de producirse el primer recall ascendían a los 1.000 millones de dólares. En esa cantidad contabilizaban el costo de la propia operación de reemplazo (gastos propios del recall) y el dinero que dejaría de ganar Samsung con cada intercambio. Otros analistas consultados por Reuters aseguran que la jugada iba a resultar más cara de lo inicialmente previsto: 5.000 millones de dólares este año (costos del recall y la estimación de las ventas perdidas).
Otro escenario más catastrófico y que es el que final se ha dado: Samsung dejaría de ganar hasta 17.000 millones de dólares si se dejaba de vender el Note 7, como al final se ha anunciado. Dicha cantidad se refiere a las ventas perdidas de 19 millones de Note 7, que han calculado que serían las unidades que se esperaban que el producto vendiera durante su ciclo de vida.
Aunque directivos de Samsung han señalado que gracias la venta de microchips y con la compra de Viv Labs seguirán mostrando cifras positivas, pero los números parecieran indicar lo contrario. De hecho, analistas señalan una caída del 4,09% comparado con el pronóstico que publicó el pasado viernes, cuando el proceso de revisión y sustitución de teléfonos aún parecía ir por buen camino, y un 8,94% menos con respecto a lo que se embolsó en el tercer trimestre de 2015.
Samsung ha actualizado su previsión de beneficios para el Q3, bajando de 7.000 millones de dólares a 4.633 millones de dólares.
El más costoso: la reputación
La decisión todavía es muy reciente como para intentar valorar este aspecto, pero pareciera seguro decir que todos los nuevos lanzamientos de Samsung serán mirados con lupa en el futuro, tanto por usuarios como por las propias autoridades y reguladores.
El quitarse la fama de fabricar “teléfonos que explotan” posiblemente les persiga durante un tiempo, y es que todos los medios han estado cubriendo de forma extensa los problemas del Note 7. Y mientras las autoridades de la empresa ubicada en Corea del Sur no den la cara y expliquen las verdaderas razones de los accidentes, las posibilidades de recuperarse seguirán siendo pocoas.
¿Qué pasó y por qué?
Nadie en el Grupo Samsung ha asumido la responsabilidad ante el problema. Ningún directivo o ejecutivo ha dado la cara y ha expuesto las razones por la avería del Galaxy Note 7. A este silencio que siguen manteniendo los responsables del mayor fabricante mundial de “smartphones” sobre la naturaleza y el origen exacto de los problemas que han sufrido las baterías de ion-litio de estos teléfonos, unido a un problema detectado en los Estados Unidos con un modelo de lavadora, de enormes ventas en dicho país, y que ha mostrado casos de explosiones súbitas.
Ninguno de los altos ejecutivos del grupo Samsung, matriz de Samsung Electronics, se pronunció ante los medios sobre el Galaxy Note 7 y sus posibles consecuencias para los planes estratégicos de la compañía tras celebrar en Seúl su junta semanal.
Analistas coinciden en que ahora es clave que la empresa con sede en Suwon, al sur de Seúl, no tarde en dar la cara y explicar con total claridad el origen de la avería de los teléfonos explosivos, para aliviar la intranquilidad de inversores y consumidores. En caso contrario, el mal nombre asociado al Galaxy Note 7 podría perjudicar aún más a la imagen de marca de Samsung y desincentivar la compra de otros productos de la casa.
En Argentina lo cambiarán
Samsung Argentina informó que los usuarios locales del Galaxy Note 7, un teléfono móvil que ni fue lanzado ni se vende oficialmente en el país y que la empresa debió sacar de circulación y de fabricar por el riesgo de explosión de su batería, podrán cambiarlo por un Galaxy S7 edge o cualquier otro dispositivo Galaxy y el reembolso por la diferencia; o pedir el reembolso completo.