Los hackers que atacaron en julio al Comité Nacional (DNC) del Partido Demócrata en Estados Unidos alquilaron los servidores de la empresa rusa King Servers.
Fuentes de la policía rusa dieron a conocer que los piratas informáticos o háckers arrendaron dichos servidores de manera anónima, según explicó a la policía el dueño de esa compañía, Mijaíl Fomenko, quien se mostró dispuesto a colaborar con los servicios secretos estadounidenses, según la agencia oficial rusa RIA Nóvosti.
“La mayoría de las veces esto ocurre de manera anónima, lo que también es el caso en esta ocasión. Él puso en alquiler el servidor desde el que tuvo lugar el ataque. El hombre no es culpable. Su negocio es absolutamente legal y es otra vícitma de los háckers o ciberdelincuentes”, señalaron las fuentes a la agencia española EFE.
Fomenko, de 26 años y quien reside en la región siberiana de Altái, aseguró a las fuerzas de seguridad rusas que desconocía la identidad de esos clientes y está dispuesto a entregar al FBI estadounidense las direcciones IP, los protocolos de internet y otros datos.
“Justo después de lo ocurrido, lo bloqueó”, agregaron las fuentes.
Dicho servidor comenzó a operar en mayo de 2016 y no registró ninguna queja o reclamación hasta el pasado 15 de septiembre. El Kremlin rechazó en su momento las acusaciones de la candidata a la presidencia de Estados Unidos, sobre un cibertaque patrocinado por las autoridades rusas contra su formación política.
“Sabemos que los servicios de inteligencia rusos, que son parte del Gobierno ruso, que está bajo el control firme de (el presidente) Vladímir Putin, piratearon al DNC”, aseguró Hilarry Clinton.
La filtración desveló estrategias del DNC para debilitar al senador Bernie Sanders frente a su gran rival en las elecciones primarias demócratas, Clinton, cuya campaña no dudó en acusar desde un primer momento a Rusia del ataque cibernético.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tachó de “absurdas” las acusaciones contra Rusia de un ciberataque que permitió la divulgación de 20.000 correos electrónicos por parte del portal WikiLeaks.
“No hay duda alguna de que las estructuras gubernamentales rusas no se dedican y nunca se han dedicado al ciberterrorismo. Eso no es posible”, dijo Peskov.
En su momento, los presidentes de Rusia, Putin, y de EEUU, Barack Obama, suscribieron un acuerdo sobre medidas de confianza en el uso de tecnologías de información.
Por su parte, Obama aseguró que internet no puede convertirse en “el salvaje Oeste”, después de reunirse con Putin en la cumbre del G20 celebrada este mes de septiembre en China.