Sin limitaciones técnicas, el auge de la realidad virtual (VR) como experiencia masiva aun depende de la oferta de contenidos. Aun así, se espera que impulse negocios por 5.200 millones de dólares en 2018.
Se cree que para 2018 se gastarán 5.200 millones de dólares en consumo de realidad virtual y que este año terminará con 10 millones de personas en todo el mundo con su propio casco. Si bien la tendencia viene pisando fuerte llevará varios años hasta que se convierta en verdaderamente masiva.
Las grandes empresas de tecnología están invirtiendo fortunas en realidad virtual. Y es que, si bien están quienes creen que en unos años perderá fuerza para dejar lugar a algún otro protagonista tecnológico, muchos otros consideran que es una tendencia que llegó para quedarse.
Los grandes se suman a la tendencia
Hace dos años, Facebook dio el primer gran paso al anunciar la compra de Oculus por 2000 millones de dólares y se quedó con el control de la compañía que desarrolla anteojos de realidad virtual.
YouTube fue otro de los que apostaron a esta tecnología: hace un año lanzó video 360 de la mano de marcas como GoPro y Nike y recientemente presentó una funcionalidad que permite transmitir video en vivo y escuchar shows en “sonido 3D”.
Hace poco, Google también hizo su movida y lanzó Daydream: una versión mucho más potente de headsets que solo funciona con teléfonos nuevos certificados por Google.
Por su parte, Gartner ve en la realidad aumentada y la realidad virtual un complemento clave de la experiencia del usuario. Lo cierto es que en Estados Unidos aún están luchando para que la tendencia vaya un poco más allá de los early adopters.
El reto está en el contenido
Si bien la realidad virtual vive un promisorio presente, aún queda mucho camino por recorrer para convertirse en masiva. Cuando ello suceda traerá posibilidades infinitas de inmersión e interacción: las profesores podrían llevar a sus alumnos de excursión al Everest para darles la clase, los arquitectos podrían hacer pruebas de iluminación, los agentes inmobiliarios podrían llevar de recorrida virtual a sus clientes, etc.
“Para ese momento, uno de los grandes desafíos será generar contenido que realmente pueda responder a esas experiencias de realidad virtual. Y ahí entran en escena los marketers, con una particularidad: las campañas de VR marketing parecieran generar un alto engagement, además de tener gran impacto y, por ende, ser fáciles de recordar” comenta Lucas Llorente, Director de Zetenta.
La realidad virtual se presenta como una de las tendencias tecnológicas más fuertes para los próximos años, pese a sus detractores. La clave probablemente esté en estar preparado, pero no anticiparse demasiado, porque se corre el riesgo de caer muy temprano a la fiesta.