Las Pymes en Chile no se interesan por innovar, según la visión que maneja el gerente general de Ennovate, Fernando Benavides.
CIO América Latina/Mario Augusto Beroes Ríos/@marioberoes22
Aduce que a pesar que en Chile la mayor parte del trabajo se genera por las pequeñas y medianas empresas, “las Pymes en Chile no innovan y a cambio se aferran a sus productos, compitiendo de la forma tradicional, esperando consolidar su estructura de forma poco disruptiva”.
Benavides añade que con la relevancia que esto tiene para la economía y estabilidad de un país en distintas áreas, “se podría esperar que este segmento de organizaciones tuvieran una estructura con énfasis en procesos de innovación que permitieran la creación de nuevos productos y servicios”.
“Analizando en lo estratégico que resulta asegurar la viabilidad de este segmento para el futuro y desarrollo del país, y cómo desde hace un tiempo a la fecha existe consenso de que la innovación es la principal fuente de creación de valor duradero y diferenciador, se puede esperar que las pequeñas y medianas empresas innoven”.
-¿Por qué las Pymes no innovan?
-El problema está en que las Pymes en Chile no innovan ya que siguen aferrándose a sus productos y compitiendo de la forma tradicional, esperando consolidar su estructura de forma poco disruptiva. De alguna forma sus dueños y gerentes no entienden que la innovación es lo que les permite aumentar sus competencias y consolidar su permanencia en el mercado.
Ser Pyme en Chile implica tener que buscar diariamente la solidez financiera, que además permita consolidar un flujo de caja que entregue tranquilidad operacional. Por ejemplo, los recursos no están destinados a invertir en capital humano especializado, investigacion, desarrollo o programas de fomento del empredimiento.
-¿Y qué hace falta para lograrlo?
-Mucho apoyo y que el Estado, por medio de sus instituciones, colabore y promueva diversas iniciativas, pero no siempre se cuenta con él de forma rápida y efectiva. El solo hecho de completar un formulario de postulación a dinero de fomento cuando no existe la capacitación asociada puede resultar complejo y genera una asimetría de información que no permite conocer cómo postular.
Para Benavides, es la banca chilena la que menos apoya a las Pymes en ese país, “ya que su financiamiento termina siendo en la gran mayoría de los casos, simples créditos con tasas de interés no tan blandas y que se otorgan a quienes son sujetos de crédito”.
“Si a ello agregamos la falta de capacitación especializada, incapacidad para relacionarse con centros de educación e investigación y el reducido vínculo con asociaciones gremiales la situación se hace más compleja aún y se llega finalmente a entender por qué las Pymes en Chile no innovan”.