La economía de las aplicaciones ya es una realidad: ¿ha preparado su enfoque de monitorización de TI?
La economía de las aplicaciones es el nuevo ecosistema de negocios, pues todo se mueve por apps conectadas que se ejecutan en un gran número de dispositivos y sistemas distintos, así como en infraestructuras in situ y en la nube. Si su organización de TI depende de varias herramientas distintas para monitorizar los componentes de su infraestructura híbrida, Usted está en problemas.
Y es que para su equipo técnico será cada vez más difícil solucionar incidentes al tener una visibilidad limitada de lo que sucede en toda la infraestructura. Esto provoca retrasos y perjudica a la experiencia del cliente. Además, si el personal informático dedica la mayor parte de su tiempo a respaldar diversas herramientas de monitorización, estarán saturados de procesos administrativos y empantanados en un modo reactivo cuando surjan problemas de servicio. Sencillamente, no tendrán tiempo para solucionar los problemas de forma proactiva o trabajar en actividades que generen valor.
Para tener éxito en la economía de las aplicaciones, el departamento de TI debe funcionar como un impulsor de DevOps. Esto significa que hay que proporcionar una infraestructura ágil que acelere el lanzamiento de aplicaciones. Ahora bien, si el equipo informático debe dedicar demasiado tiempo a configurar e integrar la monitorización entre diversas herramientas complejas (o, en ocasiones, incluso a comprar herramientas nuevas), obstaculizarán el progreso y las implementaciones.
Este White Paper disponible para Usted, con sólo registrar sus datos, le permitirá conocer las capacidades del monitoreo centralizado de aplicaciones basados en DevOps: CA Unified Infrastructure Management.
CA Unified Infrastructure Management (CA UIM, anteriormente, Nimsoft Monitor) incorpora los datos de todos los dominios y componentes infraestructurales mediante una solución de monitorización completa y optimizada, lo que elimina las unidades aisladas y mejora su conocimiento de los servicios y la infraestructura informáticos. Además, al reducir la complejidad de la gestión de la infraestructura, liberará el potencial de los recursos y fomentará una mayor agilidad, lo que le permitirá reaccionar ante la nueva economía de las aplicaciones.