A pocos meses de una contienda electoral muy particular, ya que se podría elegir a quien sería la primera mujer que dirigiría los EE.UU., o un empresario que ha prometido clausurar, si así puede decirse, la frontera sur, los apoyos en Silicon Valley se han hecho públicos, y las fuertes contribuciones monetarias también.
Siempre se ha especulado que los directivos y la amplia mayoría de los trabajadores en esa zona del estado de California, mantienen una tendencia o preferencia hacia el partido Demócrata. No obstante, el sector tecnológico cuenta también con algunos nombres que han respaldado siempre a candidatos republicanos, aunque este año las cosas son algo distintas, ya que como dijo un alto directivo de Microsoft, “una cosa es ser republicano, y otra apoyar públicamente a Donald Trump”.
Larry Ellison, fundador de Oracle, es un ejemplo: durante la carrera de las primarias donó más de 5 millones de dólares al Conservative Solutions PAC, el comité de acción política que apoyaba al pre candidato republicano Marco Rubio. Otro alto ejecutivo que ha mostrado sus inclinaciones hacia el partido cuyo emblema es el elefante es Meg Whitman, CEO de HP, que apoyó al gobernador de New Jersey Chris Christie cuando este se presentó como candidato. Eso sí, cuando Christie se retiró y decidió apoyar a Trump, Whitman cambió de parecer y calificó el hecho como “una acción oportunista” y que Trump no era apto para ser presidente de los Estados Unidos de América.
El candidato republicano es también el que menos dinero ha conseguido recaudar en Silicon Valley: según Crowdpac, Trump logró tan solo 14.000 dólares del sector. Pero como son las cosas, el que más dinero logró recaudar, Bernie Sanders, tampoco está ya en la carrera presidencial, a pesar de contar con un apoyo en metálico de 3,2 millones de dólares.
Que Sanders fuese el candidato con más respaldo económico en Silicon Valley no significa que fuera el favorito entre las personalidades del sector que dieron su opinión sobre el tema. Excepto Steve Wozniak, que tuiteó hace unos meses que apoyaba a Bernie Sanders, el resto de los directivos y presidentes ejecutivos de las empresas tecnológicas asentadas en el valle californiano han mostrado sus simpatías por la esposa del ex presidente Bill Clinton.
Ahora que la contienda será entre Clinton y Trump, cada vez son más los que se decantan por la primera, cuestión que sorprende porque además, muchos que no son demócratas han dado a conocer su apoyo.
20 personalidades del mundo de la tecnología, entre los que estaban gente como Eric Schmidt, Sheryl Sandberg o David Karp, firmaron una carta de respaldo a Hillary Clinton. Uno de los firmantes era Reed Hastings, CEO de Netflix, que aseguró directamente que “Trump destruiría mucho de lo que América tiene de bueno”.
Hay también muchos silencios. Se sabe que Mark Zuckerberg es demócrata, pero en ningún momento se pronunció en el debate Clinton vs Sanders. Jeff Bezos tampoco ha dicho nada, aunque está claro a quien no quiere: su enemistad con Donald Trump es muy pública y el odio es mutuo, tanto que en diciembre del año pasado contestó a un tuit acusador del candidato republicano asegurando que tenían un asiento reservado para él en el cohete Blue Origin.
Tampoco se sabe nada de otros grandes de la industria como Tim Cook, Sergey Brin o Larry Page, pero sí que todos ellos asistieron en marzo al AEI World Forum, una reunión anual de grandes empresarios, líderes mundiales e intelectuales, en la que los rumores dicen que uno de los temas estrella discutidos fue cómo parar a Donald Trump.