#3. SÃ: esos temas tabú
Según Maxfield, es recomendable que – siempre que pueda – rehuya esa discusión sobre polÃtica, religión o cualquier otro tema cargado de emociones.
Y, si no puede escapar, recuerde los derechos de las pelÃculas: si decide no permanecer callado, todo lo que diga puede (y seguramente) será usado en su contra… Cosa que averiguará (amargamente) si olvida esta recomendación.
#4. Palabras de rabia
Es humano: ninguno de nosotros es ajeno o inmune a un momentos de frustración en el trabajo. Maxfield advierte que hay una lÃnea muy delgada entre: “¿A quién se le ocurrió una idea tan ridÃcula?” a “¿Quién es el idiota al que se le ocurrió esa idea?”. Este último es un ataque personal y grosero que – claramente – cruza la lÃnea de lo que es admisible, explicó el especialista.