Las empresas Microsoft y Google han llegado a un acuerdo para retirar mutuamente los procesos legales que mantienen en contra de la otra.
CIOAL | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
¿Puede que la inminencia del nuevo juicio de Oracle tenga que ver? Quizás los problemas que enfrentan las grandes estadounidenses en Europa, Rusia y otros mercados halla influido en su decisión de no tener más líos en curso de los que se pueda atender. O ganar.
Lo cierto es que la división Google de Alphabet llegó a un acuerdo con Microsoft para retirar los distintos litigios por patentes y otros temas que ambas empresas han mantenido por lustros.
“Microsoft se ha comprometido a retirar sus denuncias por regulación en contra de Google, lo que refleja nuestras cambiantes prioridades legales. Seguiremos centrándonos en competir fuertemente por negocios y clientes”, dijo a Reuter un portavoz de la empresa consultado por email.
Por su parte – en otro correo electrónico – Google afirmó que las empresas han acordado competir con base a los méritos, pertinencia, innovación y calidad de sus productos para que el consumidor y no “procedimientos legales” sean los que decidan.
¿Nueva era?
Sean cuales sean las razones reales para el acuerdo, el mismo pone fin a lustros de disputas entre Microsoft y Google. Ya el pasado mes de septiembre hubo un primero acuerdo para cerrar solo los 18 litigios (¿¿¿!!!) que mantenían en Estados Unidos y Alemania por patentes.
El acuerdo actual va aun más lejos y permitirá sacar de tribunales las quejas y otros procedimientos que estén en curso por los más diversos temas comerciales y de mercado.
“Después de nuestro acuerdo de patentes, ahora acordamos retirar las quejas de regulación en contra”, dijo Google el viernes.
Cabe recordar que, además que el futuro juicio de Oracle no es la única preocupación de Alphabet:
• Rivales de Google entraron en contacto con reguladores de Estados Unidos para denunciar que la empresa usa a Android para ganar publicidad en línea, lo cual por supuesto no es justo.
• Además, la Comisión Europea también acusó a la empresa en 2015 de influir en los resultados de las búsquedas en internet para favorecer su servicio de compra, perjudicando tanto a rivales como a los usuarios.