El abordaje a corporativos exigiendo violen sus políticas de privacidad, pica y se extiende. La Policía Federal brasileña arrestó al argentino Diego Dzodan, vicepresidente de Facebook para América Latina, cuando se dirigía a su trabajo en la ciudad de Sao Paulo el martes pasado.
De acuerdo con un reporte de BBC Mundo, la orden de prisión preventiva fue emitida por un juez de Sergipe, el estado del noreste brasileño donde se produjo la incautación de drogas el año pasado: según los investigadores, los narcos se comunicaban mediante la aplicación de mensajería WhatsApp, que desde 2014 es propiedad de Facebook.
El juez, Marcel Maia Montalvao, había solicitado al representante de Facebook datos para producir pruebas contra los presuntos delincuentes.
Mónica Horta, comisaria de la Policía Federal en Sergipe, indicó a BBC Mundo que “El (juez) quiere información que consta en el banco de datos de Facebook, en la base de datos de WhatsApp”.
De acuerdo con el despacho de BBC, Dzodan se negó a brindar la información requerida, replicando “que son datos secretos de los usuarios”, por lo que la justicia dispuso su arresto provisional tras casi cuatro meses de emitida la orden judicial. Estas situaciones suelen durar unos días pero pueden prolongarse más tiempo.
El ejecutivo fue interrogado en una sede de la Policía Federal en Sao Paulo y conducido a un centro de detención temporal en la zona oeste de esa ciudad.
Facebook criticó el arresto en un comunicado y aseguró que la compañía “siempre estuvo y siempre estará disponible para responder las preguntas que las autoridades brasileñas puedan tener”.
“Estamos decepcionados con la medida extrema y desproporcionada de tener un ejecutivo de Facebook escoltado hasta la comisaría debido a un caso relacionado con Whatsapp, que funciona separadamente de Facebook”, señaló el comunicado.