La educación virtual ha ganado terreno en los últimos años gracias a la masificación de las nuevas tecnologías y a las facilidades de horario que brinda a las personas que trabajan o también a aquellas que tienen algún tipo de discapacidad física.
Es tal la popularidad que han ganado los cursos por internet que incluso se calcula que el 19% de las búsquedas que se realizaron en Google durante el 2015 estuvieron relacionadas con e-learning. Uno de los grandes defensores de ese tipo de educación, el experto mexicano Fernando Valenzuela, considera que el aula de clase no puede convertirse en “la frontera” del aprendizaje de los jóvenes.
El presidente para América Latina de Cengage Learning, una organización que promueve desde los Estados Unidos la innovación en asociación con National Geographic, explicó al portal colombiano Dinero.com, que aboga por un modelo flexible en el que la educación pueda impartirse “en cualquier ambiente y lugar”.
“El hecho de que los estudiantes no se sientan atraídos para ir a la escuela es una de las principales razones por las que uno de cada cinco jóvenes de Latinoamérica sea un ‘nini’, chicos que no estudian ni trabajan“, argumentó Valenzuela.
Sólo cifras
Un estudio de la institución española Online Business School (OBS) revela que ese mercado superó los $ 56.000 millones en ingresos en el 2013 a nivel mundial, lo que representa un crecimiento del 51%.
En ese mismo período las plataformas de educación virtual en América Latina registraron un leve crecimiento de su facturación, al pasar de $1.160 millones (2011) a 1.400 millones (2013).
Fuente: OBS
Para este año las expectativas en la región son mucho mejores, pues OBS prevé que ese mercado moverá unos US$2.300 millones gracias al impulso de mercados como Brasil (con una expansión cifrada en 21,5%); Colombia (18,6%), Bolivia (17,8%) y Chile (14,4%).
“Con toda seguridad, las promociones de alumnos del 2030 saldrán de las aulas sin conocer lo que es una pizarra o la tiza, no mancharán sus manos con tinta de bolígrafo ni escribirán con ellos sobre folios”, pronostica OBS.
La escuela de negocios online fue más allá en su informe al afirmar que al cabo de solo tres años cerca del 50% de las clases en los centros de educación superior serán impartidas en plataformas virtuales.
Esta modalidad también podría ganar protagonismo en el segmento empresarial pues incluso el 41% de las corporaciones enlistadas en Fortune 500 “ya emplea alguna herramienta on-line para ofrecer formación a sus trabajadores”, añade la investigación.
Frente a las críticas con respecto a la calidad de la educación virtual, OBS responde que dicha alternativa “reduce el tiempo de capacitación” e “incrementa los niveles de retención del aprendizaje” hasta en un 60% frente a los modelos tradicionales.
Además cita un estudio de la estadounidense IBM para argumentar que “por cada dólar invertido en formación on-line, una empresa puede recibir un retorno de $ 30 en concepto de productividad.
El problema de que nuestros estudiantes no se sientan atraídos por ir a la escuela es, en el fondo, culpa nuestra.
De nosotros depende impartir una clase de manera atractiva y participativa o la típica lección magistral que a todos se le atraganta e invita a pensar en otras cosas hasta la hora en que se acaba.
Internet ha abierto un universo de posibilidades para nosotros y para nuestros alumnos pero, como todo en la vida, en su justa medida.
Saber equilibrar las nuevas tecnologías con lo no tecnológico es nuestro principal deber.
De todos modos, por mucha tecnología que tengamos, si no somos creativos con ella, seguiremos aburriendo a nuestros alumnos.
Precisamente esta semana escribí un post en mi blog sobre este tema.
Felicidades. Buen post.
Saludos
Francisco Ratia