El presidente de la república Argentina, Mauricio Macri decidió intervenir en el conflicto que, desde dos décadas a los operadores de telecomunicaciones y el grupo Clarín, copropietario de la mayor red de TV por cable, Cablevisión.
Con la intervención, por un decreto simple, de las autoridades federales de los servicios de comunicación audiovisual (AFSCA) y de las tecnologías de la información y la comunicación (AFTIC), el Jefe de Estado del país suramericano dio su primer paso concreto para intervenir en la pelea por los negocios audiovisuales y de telecomunicaciones que mantienen las “telcos” y el principal grupo de medios y conectividad por cable de la Argentina, según reseña en su blog “Bahía César”, el periodista César Dergarabedian.
Esta estrategia, que apunta contra muchas de las medidas tomadas por el anterior gobierno de los Kirchner en materia de medios y telecomunicaciones, tiene como foco intervenir entre los principales grupos de comunicación y telecomunicaciones.
El ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, dedicó el 23 de diciembre gran parte de la conferencia de prensa donde anunció las intervenciones de la AFSCA y la AFTIC a criticar a las empresas de telecomunicaciones por el “atraso tecnológico” en las redes.
“Los celulares no funcionan. Influye sobre los usuarios, pero también sobre el aparato productivo”, dijo Aguad.
“Vamos a seguir tomando medidas sobre lo que es la regulación y la planificación estratégica. Son 180 días pero vamos a avanzar rápidamente, la Argentina necesita modernizarse en comunicaciones. Vamos hacia la convergencia tecnológica y seguiremos tomando medidas sobre la planificación de las comunicaciones, que son clave para el desarrollo de la nación”, sostuvo.
Durante este semestre, el gobierno de este país analizará la herencia recibida de los dos organismos, para avanzar luego en una posible fusión de la AFSCA y la AFTIC, para unir allí los organismos de control de los sectores audiovisual y de telecomunicaciones.
Del ministerio que dirige Aguad depende el operador mayorista estatal de telecomunicaciones Arsat, donde asumirá como vicepresidente Henoch Aguiar, ex secretario de Comunicaciones durante la administracióndel expresidente De la Rúa y autor en 2001 de una norma que desregulaba el mercado de telecomunicaciones.
Al cabo de los 180 días, según los objetivos del decreto, el gobierno contará con un informe detallado del funcionamiento de los órganos reguladores audiovisual y de telecomunicaciones, así como sobre el cumplimiento de algunos ejes del cumplimiento de ambas leyes. En ese lapso, el ministerio formularía un proyecto de ley o decreto que reemplazaría las vigentes.
Aguad dijo que el futuro marco regulatorio será compatible con los de la región, aunque en Suramérica no existe una ley “convergente”, a excepción de México.
Además de los obstáculos que presentan las leyes audiovisual (mal llamada de medios porque no abarca a la prensa gráfica y a Internet), y Argentina Digital, el Ejecutivo argentino enfrenta una ley de desarrollo satelital. Esta norma, sancionada en las postrimerías del período presidencial de Cristina Fernández, impuso la exigencia de mayorías parlamentarias especiales para la asignación de bandas de espectro, a las cuales el grupo Clarín quiere arribar a través de la operadora móvil Siguienteel, una vez que tome su control.
La intervención modifica por decreto esas dos leyes (audiovisual y Argentina Digital) votadas por el Congreso, con amplio apoyo legislativo y resistida por el grupo Clarín. Sin embargo, el decreto no avanzó con la derogación de artículos de la ley audiovisual referentes a los límites a la concentración de licencias y su transferencia.