Cifras del Instituto Latinoamericano de Comercio Electrónico (einstituto) revelan que las compras por internet en Latinoamérica alcanzan los $ 70.000 millones al año, contando además con un pronóstico que en tres años la cifra superará los S $100.000.
Este crecimiento lo impulsan principalmente países como Brasil, con el 42% de la participación actual del mercado; México con un 18%; Argentina con un 12%; Chile con un 9% y Colombia con un 5%. El resto de las naciones ocupa un 14%.
El presidente de einstituto, Marcos Pueyrredón, afirma en una entrevista publicada en el portal colombiano Dinero.com, que “el e-commerce ha crecido a tasas del 30% en los últimos tres años en Latinoamérica, un nivel similar al de continentes como Asia”.
“Las compras por internet se han popularizado en los últimos años en Latinoamérica gracias a la penetración de las nuevas tecnologías, el acceso a los productos financieros y la seguridad que brindan las compañías que ofrecen sus productos en esta vitrina virtual”.
Con unos 590.000 millones de habitantes y una extensión de 21.000 millones de kilómetros, Latinoamérica le abre las puertas al e-commerce luego de haber experimentado una notable evolución en materia de acceso a las nuevas tecnologías.
Según cifras suministradas por el presidente de einstituto, entre el 2006 y el 2013 el número de usuarios conectados a internet en Latinoamérica pasó del 20,7% al 46,82%, respectivamente. “Sin embargo esta proporción sigue siendo baja si se compara con los países que forman parte del Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que la ubica en un 79%.
“Todavía hay mucho que recorrer, recién estamos viendo la punta del iceberg”, complementó Pueyrredón, al hablar acerca de los retos que aún tienen las tiendas por internet de Latinoamérica en materia de experiencia al cliente y diversificación de la oferta.
A pesar de los avances que han tenido en el campo de la seguridad, las tiendas en Latinoamérica o locales de e-commerce tienen el desafío de mejorar sus procesos para evitar fraudes, según lo advirtió un reciente informe la compañía estadounidense CyberSource, una filial de Visa.
El estudio señala que el 86% de las tiendas online todavía revisan las órdenes de compra manualmente, es decir, que hay una persona detrás del ordenador verificando la fiabilidad de los datos del usuario cuando ya hay herramientas tecnológicas para realizar esa tarea.
Y es que el 32% de los encargados de comercios online no tienen un sistema de prevención en canales móviles y el 6% ni siquiera se plantea hacerlo.
CyberSource expone que el porcentaje de pedidos rechazados por aparente fraude en Latinoamérica (6,8%) es tres veces superior al de Estados Unidos y Canadá juntos (2,3%) y también es más alto por dos puntos porcentuales al de Europa (4,8%).
A primera vista se podría deducir que existe un robusto sistema de control en la región, pero la realidad es que muchas órdenes verídicas se pierden por los frágiles mecanismos de detección de fraude. Este fenómeno, según el estudio, “podría generar no solamente pérdida de ventas, sino también insatisfacción y falta de lealtad por parte del cliente en Latinoamérica”.
¿Cómo está el e-commerce en Colombia?
La directora ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCE), Victoria Virviescas, sostuvo en una conversación con Dinero.com, que la participación del e-commerce equivale al 2,19% Producto Interno Bruto del país (PIB), lo que se traduce en unos US$8.200 millones.
La directiva pronóstico que el crecimiento de este sector al finalizar el presente año será del 40% debido, en parte, al dinamismo que han registrado segmentos de compra como el de tecnología, moda, turismo, entre otros.
Virviescas celebró los avances del sector, pero fue enfática al afirmar que es necesario promover las “buenas prácticas” en los comercios para garantizar que los clientes queden satisfechos con el proceso de compra de sus productos y educar a la ciudadanía para que confíen cada vez más en los medios electrónicos de pago.
Es preciso señalar que el 67% de los colombianos tiene un producto financiero, pero el 90% del total sigue realizando sus compras con dinero en efectivo. Esta situación supone un reto para la industria del e-commerce que debe seducir a ese segmento de la población que no se inserta del todo en la era digital.
Sobre las implicaciones del incremento del precio del dólar en el sector, la ejecutiva manifestó que esta puede ser una oportunidad que deben aprovechar las tiendas online locales, ya que se percibe una reducción de compra en Estados Unidos.