En el rubro de la tecnología, cada vez se habla más de Big Data, pero muchas personas siguen sin entender qué es y para qué sirve. Básicamente se refiere a almacenar y clasificar masivas cantidades de datos, que al ser analizadas y compartidas se convierten en información útil. Cada click “es una confesión” del usuario.
Por Nico Casco, CEO de D’arriens
La clave está en aprender a traducirlas para profundizar el conocimiento de la audiencia y así poder brindarles mejores soluciones, productos y servicios. Big Data es un diamante en bruto que las empresas deben pulir para que pueda brillar. Pero no es sólo para las empresas. Como usuarios, cada persona participa de un modo activo y colectivo, generando y consumiendo datos.
Para comprender aún mejor de qué se trata, el concepto de Big Data se resume en 3Vs: Volumen, Variedad y Velocidad.
En primer lugar, se refiere al desmesurado volumen de información que debe ser procesado: los expertos afirman que el 90 % de los datos existentes se han generado durante los últimos 2 años. En segundo lugar, se trata de variedad, ya que es necesario ordenar e interpretar diferentes tipos de información de forma simultánea. Para ello, es fundamental traducir y clasificar los datos para que sean comparables y se puedan cruzar a fin de potenciar y segmentar finamente las campañas de publicidad y marketing, por ejemplo. El último punto es la velocidad. Deben utilizar los datos de manera oportuna para que no se vuelvan obsoletos y actualizarlos de forma constante para que se mantengan vigentes.
¿Por qué es tan importante Big Data?
Diariamente se generan 3 trillones de datos, lo que incluye billones de impresiones, 204 millones de e-mails enviados, 47 mil apps descargadas, 100 mil tuits, 300 horas de video subidas a Youtube, 4 millones de búsquedas en Google, 3 mil 740 imágenes publicadas en Instagram y 350 mil fotos compartidas en Whatsapp. Se trata de una gran cantidad de información, que se debe registrar, ordenar y clasificar para que pueda resultar de utilidad.
Para implementar una estrategia de Big Data exitosa, además de implementar buena tecnología, es imperioso realizar un cambio cultural. Luego de descubrir patrones de conducta de sus clientes y sus sentimientos hacia la marca, la empresa debe estar dispuesta a modificar sus productos y servicios para satisfacer las necesidades y gustos de sus clientes. También implica la contratación de empleados con capacidades de programación, matemática, estadística y hasta management, que suelen ser difíciles de conseguir. Es un compromiso permanente que requiere mucho trabajo y hay que estar dispuesto a hacer para optimizar la toma de decisiones, alcanzar el éxito y continuar creciendo. El 80 % de las empresas que han implementado políticas de utilización de Big Data, aseguran que les ha ayudado a tomar mejores decisiones estratégicas.
¿Cómo se hace?
Es necesario comprometerse con este nuevo paradigma y establecer políticas y procedimientos orientados a incorporar el concepto en el día a día de la organización.
El proceso cubre desde temas específicos como programación (para la obtención de data), infraestructura (para almacenamiento y proceso), algoritmos (para la interpretación) e interfaces (para visualizarla) hasta la adopción y familiarización de los involucrados en la toma de decisiones para que se sientan cómodos y confiados en basarlas en esta fuente de información.
Finalmente, no es más que la consecuencia lógica de la aplicación de tecnología al marketing (medir, medir y medir) y la evolución tecnológica misma, tanto en recursos, empresas y en la humanidad.