Se estima que las sumas más grandes se obtuvieron hackeando bancos y robando hasta diez millones de dólares en cada incursión. En promedio, cada robo bancario tomó entre dos y cuatro meses, desde la infección de la primera computadora en la red corporativa del banco hasta el escape con el dinero robado.
Kaspersky Lab, la INTERPOL, Europol y autoridades de diferentes países unieron fuerzas en precisar responsables en un jugoso robo cibernético: hasta mil millones de dólares americanos fueron robados durante dos años a instituciones financieras en todo el mundo. Los responsables: una banda de ciberdelicnuentes bajo el nombre de Carbanak y que ha operado contra entidades financieras en Rusia, Estados Unidos, Alemania, China, Ucrania, Canadá, Hong-Kong, Taiwán, Rumania, Francia, España, Noruega, India, Reino Unido, Polonia, Pakistán, Nepal, Marruecos, Islandia, Irlanda, República Checa, Suiza, Brasil, Bulgaria, y Australia.
Los expertos reconocen integrantes de esta banda ciberdelincuent ens de Rusia, Ucrania y otras partes de Europa y China. La banda Carbanak responsable del robo cibernético utilizó técnicas extraídas del arsenal de los ataques selectivos. El complot marca el inicio de una nueva etapa en la evolución de la actividad de delincuencia cibernética, donde usuarios maliciosos roban dinero directamente de los bancos, y evitan concentrar sus ataques en los usuarios finales.
Desde el año 2013, los delincuentes han intentado atacar hasta 100 bancos, sistemas de pago electrónico y otras instituciones financieras en alrededor de 30 países. Estos ataques siguen activos. Se estima que las sumas más grandes se obtuvieron hackeando bancos y robando hasta diez millones de dólares en cada incursión. En promedio, cada robo bancario tomó entre dos y cuatro meses, desde la infección de la primera computadora en la red corporativa del banco hasta el escape con el dinero robado.
Los ciberdelincuentes empezaron a tener acceso a las computadoras de los empleados a través de correos de spearphishing, infectando a la víctima con el malware Carbanak. Después de penetrar a la red interna, rastreaban las computadoras de los administradores para vigilarlos mediante video. Esto les permitió ver y registrar todo lo que sucedía en las pantallas del personal que atendía los sistemas de transferencia de efectivo. De esta manera los defraudadores consiguieron conocer cada detalle de los empleados del banco y pudieron imitar la actividad del personal para transferir dinero y cobrarlo.
“Estos atracos bancarios fueron sorpresivos porque a los delincuentes les daba igual qué software utilizaban los bancos. Por tal razón, aun cuando el software sea único, un banco no puede bajar la guardia. Los atacantes no tuvieron necesidad de hackear los servicios bancarios: una vez que entraban a la red, supieron cómo ocultar su complot malicioso detrás de acciones legítimas. Fue un ciberrobo muy hábil y profesional,” dijo Sergey Golovano, Investigador Principal de Seguridad del Equipo de Análisis e Investigación Global de Kaspersky Lab.
¿Cómo robaron el dinero?
1. Cuando llegó el momento de sacar provecho de sus actividades, los defraudadores utilizaron la banca en línea o sistemas de pagos electrónicos internacionales para transferir dinero de las cuentas bancarias a las suyas. En el segundo caso, el dinero robado fue depositado en bancos en China o los Estados Unidos. Los expertos no excluyen la posibilidad de que otros bancos en otros países se hayan utilizado como receptores.
2. En otros casos, los ciberdelincuentes penetraron directamente al corazón de los sistemas de contabilidad, inflando saldos de cuentas antes de embolsarse los fondos extras a través de una transacción fraudulenta. Por ejemplo: si una cuenta tenía 1,000 dólares, los delincuentes cambiaban su saldo para que tuviera 10,000 dólares y luego transferían 9,000 a sí mismos. El titular de la cuenta no sospecha que haya problema porque los 1,000 dólares originales siguen ahí.
3. Además, los ladrones cibernéticos tomaron el control de los cajeros automáticos (ATMs) de bancos y lograron que les dispensara efectivo a una hora predeterminada. Cuando llegaba la hora del pago, uno de los hombres de confianza de la banda esperaba junto a la máquina para obtener el pago “voluntario”.
“Estos ataques nuevamente subrayan el hecho que los delincuentes aprovecharán cualquier vulnerabilidad en cualquier sistema. También se destaca el hecho que ningún sector puede considerarse inmune a ataques y debe atender constantemente sus procedimientos de seguridad. La identificación de las nuevas tendencias en ciberdelito es una de los ámbitos clave donde INTERPOL trabaja con Kaspersky Lab para ayudar tanto al público como a los sectores privados para protegerse mejor de estas amenazas que evolucionan,” dijo Sanjay Virmani, Director del Centro de Delitos Digitales de la INTERPOL.