La tecnología demostró, una vez más, su “lado bueno”. Esta vez la noticia positiva tuvo que ver con el rescate de los nueve náufragos de la embarcación danesa ‘Team Vestas Wind’, participante en la Volvo Ocean Race, que fueron auxiliados después de que el barco encallase en un arrecife al noroeste de la remota Isla de Mauricio, en el océano Índico.
Tras un par de años de sequía para los fans de la competición oceánica, la fiesta volvió a ser una realidad otra vez. La Volvo Ocean Race partió el 4 de octubre de 2014. Atrás quedaron ocho gloriosos meses de tormentas, velocidad, historias que cambiaron vidas, imágenes espectaculares y finales de infarto mientras los barcos dieron la vuelta al mundo.
La partida se dio en Alicante, que que está ubicada geográficamente en el centro del litoral mediterráneo español, al sur de Valencia, en la Costa Blanca, y cuenta con algo menos de medio millón de habitantes. Es la tercera vez que la Volvo Ocean Race comienza en Alicante, y la segunda desde que la ciudad se ha convertido en sede permanente de la Volvo Ocean Race.
La salida fue hacia Ciudad del Cabo, en Suráfrica; un evento deportivo único. Todo estaba planificado y “friamente calculado”. Sin embargo,los contratiempos surgen, y esta edición no podía ser distinta. La clave del rescate estuvo en el uso de la red satelital Inmarsat, proveedor de servicios globales de comunicaciones móviles, que es utilizada por los siete equipos participantes en la Volvo Ocean Race; la regata oceánica más extrema del mundo.
Esta red satelital proporciona conectividad de voz y datos, así como servicios de seguridad Inmarsat C a todos los participantes de la prestigiosa pero exigente regata internacional.
Así, la tecnología de Inmarsat jugó un papel crucial a la hora de ayudar a la tripulación del Vestas Wind Team, quien al sufrir el accidente solicitó ayuda y poner a salvo a la tripulación. El capitán australiano Chris Nicholson y su equipo fueron capaces de comunicarse con el control de la carrera, los equipos de rescate, los medios de comunicación, sus familias y amigos para informar sobre su ubicación y el buen estado de todos, utilizando el IsatPhone 2 de Inmarsat.
De esta manera y afortunadamente, los tripulantes pudieron abandonar el navío con éxito y no se produjeron víctimas mortales ni heridos, algo que ha sucedido en las diversas puestas en marcha de la regata, una de las más exigentes y difíciles en el mundo náutico.
“He estado haciendo un montón de llamadas con el teléfono satelital a lo largo de la noche”, expresó Nicholson mientras compartía los detalles de su experiencia con la Australian Associated Press tras su rescate.
Inmarsat es el socio mundial y oficial de comunicaciones por satélite de la Volvo Ocean Race, y ha hecho que las siete tripulaciones participantes puedan mantenerse en contacto en todo momento durante su viaje continuo alrededor del mundo.
La travesía de la Volvo Ocean Race se compone de 3.700 kilómetros. Cada bote salvavidas a bordo de las regatas está equipado con el mencionado IsatPhone2, un avanzado y robusto teléfono satelital portátil que ofrece llamadas de voz fiables y de alta calidad, texto y mensajes de correo electrónico, también incluso fuera de cobertura de la redes celulares y fijas. Su batería permite ocho horas de conversación (160 horas en espera), lo que hace este aparato ideal para quienes se encuentran en lugares remotos.
Asimismo, los servicios de voz y datos de Inmarsat están permitiendo a los marineros escribir blogs y enviar fotos y vídeos de la carrera; hacer y recibir llamadas telefónicas; y registrar su progreso y posición en línea para los aficionados que están siguiendo la carrera.
Además de los IsatPhone 2 de los botes salvavidas, los barcos también disponen de los servicios FleetBroadband 500 (FB 500) y FleetBroadband 250 (FB 250) de Inmarsat, así como de los servicios marítimos de seguridad Inmarsat C, los únicos de GMDS S aprobados por la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés).
Respecto al suceso, desde Inmarsat han señalado que “es un alivio que toda la tripulación esté a salvo”, al tiempo que han considerado que los acontecimientos fueron “un claro recordatorio de la importancia del servicio de seguridad y la conectividad de la tripulación las 24 horas del día con sus familias y la Volvo Ocean Race”.