REVISA LA PRIMERA PARTE DE ESTE ARTÍCULO AQUÍ.
El CIO del futuro, y el de hoy, tiene la responsabilidad permanente de estar surfeando con las corrientes globalizadoras económicas, las tecnologías hiperconectadas en las líneas de negocios y la creciente dependencias de los sistemas como facilitadores de los negocios. Y si no es la tecnología son funcionalidades nuevas que el mercado requiere el CIO tiene que estar presente en esa relación de saberes. Como es el caso del nuevo rol del CIO versus el CMO. Pero en sí el CIO descansa cuando la tecnología deja de innovar, es decir, NUNCA!
Irónicamente, por el número, indicaban que el 69% de los referentes en “trabajos extremos” estarían mejores con su salud si trabajaran menos. Las empresas deberían empezar también a tener en cuenta estos factores. Ocuparse de la salud de sus trabajadores es una forma de garantizar que su actividad profesional se desarrolle en plenitud.
Trabajar en extremo por más de 60 horas semanales, hace indefectiblemente que la productividad y eficacia decaiga. La planificación desde la mirada empiezo-termino, se vuelve circular sin poder determinar nunca el punto de finalización. Y se vuelve un constante hacer cíclico sin fin. Sería beneficioso para cualquier profesional proponerse darse un descanso.
También somos conscientes que algunas personas, en la profesión o en la actividad que sea, llenan su vida de trabajo para no pensar en sus vínculos personales. Esto también produce una paulatina concentración en su actividad, y esta actividad precisamente es la ideal para aquel que quiera “desconectarse” de una realidad afectiva que no le es grata.
“Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes” – Albert Einstein. Esta frase dispara la necesidad de cambio de observador. Miremos, mirémonos, observémonos de manera diferente. ¿Para qué? Para pensar si existe una necesidad de cambiar algo.
Muchas veces pensar en cómo estamos no es una opción, porque nos puede conducir a la observación de esas realidades ingratas de las cuales preferimos alejarnos. Muchas veces se amplían los espacios laborales en detrimento de los vínculos personales y sociales porque en la actividad profesional tenemos una sensación de tener el control de todo que en lo afectivo resulta mucho más difícil. A veces es un buen ejercicio, cada tanto, abrir el lugar a las preguntas, para saber si somos apasionados con nuestra profesión porque estamos siguiendo nuestra vocación o si lo somos porque preferimos tener la mente sólo puesta en eso.
Una vida afectiva saludable forma parte de lo que todo ser humano necesita para mantenerse en equilibrio.
Vamos a traer un ejemplo. Hace un tiempo atrás, Gabriel G. era uno de los principales iniciadores del Work-Life Balance, y planteaba la necesidad del equilibrio entre la vida laboral y personal. Y cuando le preguntaban sobre el alcance, describía algo así como lo que sigue: ¿Cuánto dejamos de lado en nuestra vida personal para un mayor crecimiento profesional? ¿Cuánto dejamos de nuestra carrera profesional para dedicarla a nuestra vida personal o familiar? ¿Cómo fijamos nuestras prioridades? Entender el desequilibrio en la relación entre su vida personal y el trabajo, en dónde la calidad de vida empieza a afectarse y también su rendimiento laboral. ¿Es posible el equilibrio?
Muchos CIO apasionados en su trabajo, se sentirán plenos desarrollando el mismo, con una energía erótica, o sea, de vida, en cada uno de los proyectos que inician. Eso no es ni bueno ni es malo, es su vida, y siempre que eso responda a una libertad de elección y que la sensación sea de plenitud, habremos encontrado a un profesional enamorado de su trabajo, feliz con lo que hace. Que sea así no nos dice nada sobre su vida de relación, pero si nos hace sentir la necesidad de invitarlo a que se pregunte cómo están las otras áreas de su vida en general.
“El saber es enemigo de la reflexión” – Humberto Maturana. ¿Por qué los saberes nos hacen estar viviendo en esta caja de realidad? ¿Qué historias nos limitan a no reflexionar sobre como estamos? ¿Para qué plantearse reflexionar si estoy apasionado en mí círculo de certezas?
Autores: Inés Tornabene, Abogada, Psicóloga y Escritora; Oscar Schmitz, Ingeniero en Sistemas, MBA, Blogger y apasionado futuro coach.