Según algunas estadísticas, para el 2030, muchos factores involucrados con el sueño se verán ampliamente relacionados a los cambios tecnológicos e incluso regulados por sensores que busquen el descanso perfecto.
CONTROLAR LOS SUEÑOS
Podría ocurrir mediante una corriente eléctrica de baja frecuencia dirigida al cerebro, augurando sueños lúcidos y vívidos. Esto ya comienza a practicarse en Alemania para quienes sufren pesadillas o trastornos causados por el estrés: el objetivo es cambiar el panorama de un mal sueño, por uno más placentero.
DESCANSO PERFECTO
Los colchones con conexión a Internet también pueden ser una opción para cambiar la rigidez o termostatos que nivelan la temperatura de acuerdo a cada ciclo del sueño. También podría hablarse de habitaciones con filtros de luz precisos y almohadas especiales para optimizar el momento de descanso profundo.
MODIFICADOS
Recientemente se descubrió el gen DEC2, que si es manipulado puede reducir la cantidad de tiempo que se requiere para dormir. Los militares son los primeros en probar esto, convirtiéndose en “súper soldados biológicos” que pueden cumplir con sus labores sin sufrir consecuencias por la falta de sueño.
PIJAMAS INTELIGENTES
Después de analizar los patrones de sueño, se podrán optimizar las funciones restauradoras relacionadas con la memoria y el envejecimiento mientras se duerme. La tecnología wearable en la ropa podría ser capaz de medir el pulso cardiaco, presión sanguínea o conductividad de la piel.