Suena increíble pensar que un día, la persona del departamento de Recursos Humanos que analizaba una solicitud de empleo, se tropezó con una foto del candidato tirado en el piso, dormido y evidentemente borracho.
La información personal que se hace pública en Internet puede hacer una gran diferencia en situaciones como la descrita con anterioridad, así que para evitar sorpresas desagradables, a continuación se ofrece una serie de consejos para que el pasado no afecte tu futuro.
1. La cantidad de tiempo a invertir en la siguiente recomendación dependerá de cuán activa es una persona en las redes sociales.
Pero se trate de horas, días o semanas, vale la pena dedicarse a revisar comentarios viejos -o recientes- que se hayan hecho en Facebook y que puedan afectar la reputación de la persona. Expertos en el diseño de perfiles digitales recomiendan evitar expresar opiniones políticas, sexuales, raciales, ofensivas o religiosas.
También se deben inspeccionar con detalle tuits y fotos compartidas que repercutan de manera negativa. Incluso entradas en blogs que pudieran generar dudas acerca de la integridad del individuo, porque revela que se aprovechó de un colega o que hizo algo que contraviene los lineamientos de la empresa que lo emplea.
Cualquier comentario que incluya alguno de los elementos mencionados con anterioridad, también en otras plataformas como YouTube, Flickr e Instagram, debe ser eliminado.
Y no solo el contenido es importante. Matt Symonds, de la revista estadounidense Forbes, recuerda que la forma también lo es: errores ortográficos causan una mala impresión.
2. Los motores de búsqueda son una herramienta que permite saber qué información personal está disponible en la red para cualquier persona que quiera averiguar algo de ti.
Así que lo más conveniente es hacer una prueba con los principales buscadores para ver qué aparece, tanto en texto como en imágenes, cuando utilizas tu nombre como término de búsqueda. Si se trata de algo inapropiado, debe eliminarse.
En la mayoría de los casos es fácil identificar quién es responsable por la publicación de esa información. Si no se trata de una persona, es un sitio web, y en ambos casos se les puede contactar para solicitar la remoción de lo que esté asociado con su nombre y pueda perjudicarlo.
Lauren Riley, del sitio web Social Media Examiner, recomienda hacer esta revisión con regularidad y de manera sistemática.
3. Cualquier plataforma que se utilice tiene que estar actualizada, particularmente LinkedIn si se refiere a temas laborales. Cada vez más, los empleadores esperan que la información de una persona en Internet, esté tan impecable como el CV que presenta al solicitar trabajo.
Perfiles que se dejaron de utilizar en Bebo, MySpace o cualquier otra herramienta digital y quedaron abandonados en el ciberespacio, deben desaparecer. Es preferible que no existan a que estén descuidados.
Dependiendo de su especialidad, también es conveniente mostrar su trabajo en la forma más adecuada. Un portafolio digital es una buena alternativa para un diseñador gráfico o un publicista, un blog es útil para quien trabaja con la escritura y un sitio web con un compendio de publicaciones y áreas de experticia es bueno para un académico.
4. La actualización de la configuración de privacidad también es una opción útil para garantizar que solo los integrantes del círculo más cercano al individuo tendrán acceso a opiniones personales.
5. Y a partir de ahora, antes de hacer un comentario o expresar tu opinión con respecto a un tema controversial, deténte a pensar si puede traer problemas en el futuro antes de presionar el ratón o tocar la pantalla táctil.