Por Fernanda Martínez
Los titulares de las noticias actuales dejan claro que estamos a la mitad de una ciberguerra. Ya sea que estemos en la parte de las compañías comprometidas, los gobiernos acusados o como (nerviosos) espectadores, conceptos como ‘espionaje’, ‘vigilancia’, ‘privacidad’ y ‘robo de identidad’ nos golpean cada día.
Para Bruce Schneier, criptógrafo, experto en seguridad informática y escritor, la pregunta que debemos hacernos, con este escenario de frente, es: ¿Estamos perdiendo esa guerra? Y es que digámoslo así, en un mundo en donde la mayoría de los hackers tienen menos de 25 años, podemos suponer que la ciberguerra es algo que los niños pueden hacer.
En el marco de la Conferencia Be Mobile de Blackberry en la ciudad de Miami, el experto hace hincapié en que en el ciberespacio, a diferencia de un ataque físico, no sabes ni quién te ataca ni por qué, y esto hace más difíciles las cosas y desdibuja los marcos legales.
Sobre esto claro ejemplo es Brasil, quien no logra poner los puntos sobre las íes en el tema legislativo y así frenar las redes construidas de estafadores que operan desde sus ciudades principales.
“A un cibercriminal no le importa a quién ataca, aquí lo que importa entonces es si tu seguridad es mejor que la de la persona junto a ti”, dice en conferencia Schneier.
Michael Brown, Vicepresidente de Investigación y Administración de Productos de Seguridad en Blackberry, nos explicó hace unas semanas que un elemento clave de la seguridad es la tecnología de encriptación crítica para proteger la confidencialidad y la integridad de cualquier intercambio de información digital.
Brindar un enfoque integrado a la seguridad móvil, uno por el cual los datos se encripten tanto en reposo (almacenados en un dispositivo digital) como en tránsito, es la mejor protección contra pérdidas de datos o violaciones de seguridad que podrían afectar la rentabilidad, la competitividad o la reputación de una organización.
“Una sólida encriptación protege la integridad de los datos en estos entornos que los ingenieros de red o los expertos en seguridad suelen considerar hostiles y no confiables”, remata Brown.
TÁCTICAS DE GUERRA
El espionaje siempre ha existido. Los gobiernos siempre se han espiado entre sí. Lo grave es cuando atacan a corporaciones, prensa e individuos… y mucho más grave que la red de ataque sea más grande y sólida que el de defensa.
“El problema son las leyes de los países, no las compañías”, comenta Bruce recordando casos como el de Blackberry en Arabia Saudí, cuando la compañía canadiense se vio entre la espada y la pared intentando implementar sus medidas de seguridad en un país que exigía poder vigilar.
El hecho es que la cantidad y la utilidad de los dispositivos móviles seguramente seguirá aumentando, ampliando a su vez los límites de la organización moderna para incluir cientos de terminales móviles. En un entorno así, la seguridad no puede ser algo aplicado sobre la marcha.