Un nuevo producto de almacenamiento de datos, con el entrañable nombre de Space Monkey, quiere tomar la nube por asalto.
El servicio, que cuesta 10 dólares por mes para 1 Terabyte de almacenamiento, espera simplificar el concepto de almacenamiento en una era cada vez más dominado por los teléfonos inteligentes y tabletas.
La idea es sacar la información digital de las grandes granjas de servidores y centros de almacenamiento para fragmentarla y distribuirla en una red global de pequeños dispositivos. En esta red, gobiernos y ciberespías no tienen acceso a la información de terceros.
La propuesta de Space Monkey tiene tres fundamentos: una red de dispositivos de almacenamiento conectados a Internet, la fragmentación y el cifrado de la información.
Cada vez que un usuario almacena información en este dispositivo, los datos son cifrados. Además de radicar en el equipo físicamente, la información digital se fragmenta con un algoritmo y se almacenan en dispositivos de la red de Space Monkey.
“Queremos resolver el dolor para los usuarios con una gran necesidad de datos”, dice Alen Peacock, cofundador de la compañía en su sitio oficial.
Con la fragmentación y el cifrado de datos, se asegura que la información es prácticamente inaccesible a terceros y el usuario protege sus datos de ataques cibernéticos, de empresas o de gobiernos que emiten órdenes a las grandes empresas con centros de datos para proporcionar información de sus usuarios.