Microsoft amplió el plazo de migración de Windows 8.1 Update para las empresas en tres meses, pero dijo a los consumidores que tienen menos de cuatro semanas para hacer la transición antes de que la compañía ‘cierre el caño’.
El agresivo cronograma fue criticado por el personal TI de las empresas que vio en él un alejamiento de la antigua política que tenía Microsoft de dar a los clientes 24 meses para hacer la actualización a un service pack. Aunque Windows 8.1 Update (Win8.1U) no ha sido catalogado como tal, muchos han visto similitudes con los service packs de Microsoft y creen que Win8.1U debería atenerse a esa política para Windows 8.1.
Microsoft no lo vio de esa forma. En un mensaje de correo electrónico con respuestas a un cuestionario enviado por Computerworld la semana pasada, una portavoz de la compañía afirmó que “el soporte al cliente en Windows 8.1 Update no es diferente al de otras versiones de Windows y de productos de Microsoft”, cuando se le pidió que explicara las cinco semanas que se dieron de plazo para la instalación de Win8.1U. “Windows 8.1 Update es una actualización acumulativa para Windows 8.1, y no cambia el ciclo de vida de la política de soporte para Windows 8”, agregó.
Cierto: Los clientes que no hayan realizado la actualización de Windows 8 a Windows 8.1 tienen hasta el 12 de enero del 2016 -24 meses después del lanzamiento anterior del 2012- antes de que Microsoft se rehúse a darles nuevos parches.
Sin embargo, la afirmación que realiza Microsoft señalando que Win8.1U no es diferente a otros updates y que, por tanto, no se ha alejado de prácticas del pasado, es, por decirlo de alguna manera, insincera: El plazo dado para su migración ha sido mucho más corto, y a diferencia de la mayoría de los otros plazo que han señalado los desarrolladores de Redmond, fue lanzado a los usuarios sin advertencia previa.
Si los usuarios de Windows 8.1 no hacen la actualización a Win8.1U dentro de la limitada ventana de tiempo, no recibirán más fixes de seguridad, que es lo mismo a no haber cumplido con la regla de los 24 meses luego del lanzamiento de un service pack, si no remplazan Windows 8 con Windows 8.1 dentro de los siguientes 21 meses.
La mejor explicación de Microsoft para el despliegue que se pide de Win8.1U proviene del vocero de otra compañía, Brandon LeBlanc, quien anunció la ampliación para las empresas. “Windows 8.1 Update? refleja el compromiso de Microsoft para proporcionar un ritmo más rápido de mejoras en las características para nuestros clientes”, escribió LeBlanc el miércoles pasado.
Los clientes que están corriendo Windows 8.1 y que usan Windows Update para jalar e instalar parches y otros fixes de bugs, deben estar en Win8.1U para el 13 de mayo, es decir, para el siguiente Martes de Parche programado, para recibir las actualizaciones de seguridad sin interrupción. Esto no fue alterado por Microsoft el miércoles.
Sin embargo, las empresas y otras organizaciones que se basan en WSUS (Windows Server Update Services), Windows Intune o System Center Configuration Manager para obtener y desplegar los parches ahora tendrán hasta el 12 de agosto para migrar de Windows 8.1 a Win8.1U.
También el miércoles, Microsoft afirmó que había arreglado un bug que les había hecho suspender la entrega de Win8.1U a las organizaciones que usan WSUS, y estaba entregando nuevamente Win8.1U a través de ese canal. El paro de siete días en Win8.1U ha reducido la ventana inicial de cinco semanas para las empresas a solo cuatro, y quizás contribuyó en la decisión de Microsoft de ampliar el plazo hasta agosto.
El mismo plazo del 12 de agosto también se aplica a Windows Server 2012 R2 Update, que al igual que Win8.1U fue lanzado la semana pasada, indicó Microsoft en una entrada separada en su blog de Windows Server.
Gregg Keizer, Computerworld (EE.UU.)