La administración de Barack Obama prepara una iniciativa de ley que pondrá fin a la indiscriminada recolección de información de estadounidenses por parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), reveló hoy el diario The Washington Post.
La legislación permitirá igualmente que la información recolectada de llamadas telefónicas hechas y recibidas por estadounidenses quede en poder de las compañías telefónicas por plazos no mayores a los normales, según funcionarios de gobierno citados por el diario.
El empuje legislativo ocurre en la víspera de la fecha límite impuesta por Obama y que se cumple este viernes para que el gobierno encuentre alternativas a la recolección indiscriminada de datos de llamadas telefónicas, expuesta a partir de las filtraciones hechas por Edward Snowden.
Aunque la legislación mantendrá la habilidad del gobierno de obtener información de llamadas telefónicas que involucren números de sospechosos de terrorismo, las autoridades deberán contar con una orden judicial para ello.
Para tal efecto, las autoridades deberán proveer en tiempo real información que demuestre sus sospechas de que existe un posible nexo terrorista en torno al número en cuestión.
Los funcionarios, en el anonimato, dieron a conocer al diario que el gobierno renovó por 90 días más el actual programa de recolección de datos de llamadas telefónicas bajo el cual se capturan datos técnicos de las mismas –fechas, horas, números telefónicos, ubicaciones-, sin su contenido.