El outsourcing se ha convertido en una práctica común para cualquier negocio que busque coordinar mejor sus operaciones. Mientras las compañías enfocan sus operaciones en sus servicios básicos, utilizan cadenas de suministro globales para lograr penetrar en nuevos mercados. Como resultado, el outsourcing se ha vuelto una estrategia organizacional clave en la industria.
Pero tomando en cuenta las ciberamenzas de hoy en día, el outsourcing presenta nuevos riesgos. Al implementar outsourcing en las operaciones del equipo de tecnología, los negocios podrían ponerse en riesgo si los esfuerzos en seguridad no se estandarizan. El riesgo principal es que los negocios no conocen los controles y polizas que están poniendo en práctica los proveedores.
Muchas compañías se encuentran complacidas con los ahorros financieros que el outsourcing ofrece, pero no comprenden los riesgos que la decisión presenta. La mayoría de los controles impuestos por los proveedores suelen ser deficientes al momento de ser comparados con las capacidades internas. Además, los efectos de los riesgos del outsourcing pueden tardar bastante tiempo en ser identificados, dejando a los negocios sin una oportunidad de reaccionar.
Lo más importante es el reconocimiento de los riesgos a largo plazo. Es necesario llevar a cabo una evaluación de la oferta y conocer plenamente los controles de seguridad. Los negocios deben proporcionar la información necesaria en cuanto a seguridad y controles de privacidad para asegurar el cumplimiento con la política interna. La empresa debería realizar pruebas para asegurar que estas obligaciones se están cumpliendo y todos estos aspectos deberían estar incluidos en el contrato inicial.