Apple podría estar meditando tomar decisiones de cara al futuro que podrían incluir modelos más baratos, pantallas más grandes, más colores o, incluso, la llegada de algún dispositivo que entraría dentro de la categoría de phablets.
La presión ejercida por la surcoreana Samsung en el mercado de dispositivos móviles, con un gran número de anuncios de dispositivos de diversos tamaños y funcionalidades, podría haber llevado a Apple a replantearse algunas de sus decisiones de cara a futuro, según han comentado a Reuters diversas fuentes cercanas a la firma californiana.
Y es que, según estas fuentes, Apple podría estar planteándose integrar en su oferta de productos, a partir del próximo año, dispositivos de mayores pantallas, modelos más económicos e, incluso, una mayor propuesta de color.
La decisión no está tomada y ahora podría estar debatiéndose, pero sería una modificación en la estrategia impuesta por el avance en las cuotas de merado de Samsung, que “ataca” las posiciones de Apple desde diferentes formatos, tamaños y precios.
De confirmarse esta línea de trabajo, Apple podría introducir en el mercado dos iPhones de mayor tamaño a lo largo del próximo año, uno con una pantalla de 4,7 y otro con 5,7 pulgadas, según han comentado estas fuentes, que incluyen, al menos, alguien cercano a la cadena de suministro de componentes en Asia. Sin embargo, estas mismas fuentes son conscientes de que Apple trabaja con diferentes ideas que no siempre se convierten en dispositivos reales para su comercialización.
Otra de las posibilidades de las que se habla que podría estar barajando la compañía de la manzana es la llegada de un phablet. Recordemos que el iPhone 5 fue el primer dispositivo con una pantalla diferente a la de 3,5 pulgadas, que Steve Jobs definía como “el tamaño perfecto para los consumidores”, pero sigue contando con una pantalla mucho menor que las diferentes propuestas de Samsung, tanto los Galaxy S4 como los modelos de la serie Galaxy Note.
Todo parece indicar que Apple lanzará este otoño dos nuevos modelos, uno equipado con una nueva tecnología de huella dactilar y otro con carcasa de plástico con un posicionamiento más económico. Además de la diferenciación en el precio, Apple podría apostar, en este caso, por una mayor diversidad cromática, ampliando el rango de opciones a 5 ó 6 colores, frente al blanco y negro de la propuesta iPhone tradicional. Sin embargo, las fuentes consultadas sobre esta posibilidad no se ponen de acuerdo, y muchas apuntan al año próximo como aquel en que podría llegar el llamado iPhone barato al mercado. Asimismo, nadie se atreve a aventurar un posible precio de venta, si bien en algunos apuntan a que podría situarse alrededor de los 99 dólares.
Sea como fuere, muchos analistas estiman que la llegada de este posible modelo puede ser muy positiva para Apple, que ha visto reducidos sus ingresos en la línea iPhone desde la llegada al mercado del iPad y la posterior ofensiva de Samsung, que apuesta por una amplia oferta dirigida a todos los espectros de precio, formato y mercados posibles, mientras Apple sigue apostando por una propuesta mucho más limitada en número y única para todos los mercados.
Sin embargo, Tim Cook ya dejó claro recientemente que pantallas más grandes están por detrás en las prioridades de Apple frente a otras funcionalidades como la resolución, la vida de la batería o el brillo. Habrá que esperar a este otoño para ver qué se confirma y cómo se puede empezar a vislumbrar el futuro de Apple.