Solo el tiempo lo dirá, pero muchos se preguntan ya si las próximas gafas Google serán un simple juego tecnológico o realmente viene a abrir una nueva era tecnológica, postPC, en la empresa. Aunque aún no están disponibles comercialmente, muchos actores de la industria ya han comenzado a apostar por ellas, como elemento clave del futuro tecnológico de muchos negocios.
Es el caso del especialista en sistemas de gestión de dispositivos, Fiberlink, que considera este paso como clave para el uso futuro que haremos de la tecnología y ya ha empezado a incluirlas en su oferta de dispositivos compatibles.
Como demostró en la Conferencia I/O de Google celebrada hace unos días, la compañía dispone de una plataforma, MaaS360, que se apoya en las capacidades de Google Glass para controlar un entorno informático móvil y poder, por ejemplo, localizar un dispositivo perdido y bloquearlo de forma remota o incluso realizar tareas de limpieza de datos selectiva.
“Una de las primera razones por las que estamos entrando en Google Glass es que nuestros clientes confían en nosotros para administrar todos sus dispositivos”, sostiene Jim Szafanski, vicepresidente de servicios a clientes de Fiberlink. “Siempre hemos sido los más rápidos en incorporar novedades en movilidad. Y, aunque estamos en el inicio, ya hay muchas aplicaciones de campo en las que nuestros clientes están interesados”, advierte.
Es fácil imaginar escenarios en los que la informática sin manos puede revolucionar ciertos sectores industriales, señala Szafranski, “como el sanitario, con doctores y enfermeros que acceden a información sobre sus pacientes, mientras visitan a otros, o escanean una receta y obtienen información relevante sobre medicinas y sus reacciones en pacientes. En almacenes, las gafas inteligentes pueden reemplazar los escáneres manuales y ofrecer la posibilidad de localizar mercancía simplemente girando alrededor del almacén. En el sector público, policías o bomberos podrían también beneficiarse de sus ventajas”, relata el especialista.
Sin embargo, el papel o el impacto que puede tener la informática manos libres en la actividad de Fiberlink no es tan evidente. Se trata de una aplicación que podría permitir una administración informática remota y poder, por ejemplo, tomar decisiones, como bloquear o desbloquear un equipo, localizarlo o incluso gestionarlo con comandos de voz o gestos de las manos. “Es un primer paso para que en el futuro las empresas puedan extraer todo el potencial de sus dispositivos móviles”, resume.
Sin embargo, como recuerda el director del ecosistema Android en Fiberlink, Frank Schloendorn, ya es posible probar cierta utilidad, como demostró en la Conferencia de desarrolladores de Google. En una de sus sesiones, el especialista unió las gafas Google con un smartphone que portaba en su bolsillo y pudo recibir un mensaje de texto de un miembro de su compañía que le solicitaba ayuda para reconfigurar de forma remota un dispositivo concreto. Como recuerda Schloendorn, “desde las gafas Google, pude recibir un mensaje, navegar por la lista de dispositivos y encontrar y borrar uno de ellos, todo de forma remota. No tuve que abrir mi smartphone o portátil, ni interrumpir la sesión”.
En su opinión, “Google Glass es un gran ejemplo de cómo las tecnologías adoptan una novedad y la integran para mejorar la gestión de su trabajo móvil. Esta capacidad de ver un entorno móvil delante de nuestros ojos y saber que dispositivos, aplicaciones y documentos corporativos están a salvo es una sensación fantástica. La libertad de actuar sobre la marcha, ayudar a alguien en cualquier momento y todo a través de unas gafas, es una experiencia increíble”, concluye.