Son solo indagaciones, pero, preguntado sobre cual sería el próximo gran desarrollo en el mercado de smartphones, George Colony, presidente y CEO de Forrester Research, cree que será un terminal plegable, añadiendo que podría ser lo que Apple tiene reservado para su iPhone 6.
Es difícil saber que va a ser lo próximo en el pujante mercado de los smartphones, pero para el CEO de Forrester, George Colony, lo que está claro es que tras el conservador iPhone 5 y el ataque implacable y sorprendente de Samsung, el próximo movimiento de Apple tiene que ser revolucionario. “El (lanzamiento del) iPhone 6 será un momento clave para Tim Cook y su equipo, ya que puede significar un primer paso hacia Sonyland o una victoria impresionante para el nuevo régimen. Debe asombrar y sorprender. No habrá lugar para la prudente evolución del iPhone 5”, afirma Colony en su blog.
Colony añade que, a falta de conocer los planes de Apple o de otros fabricantes, los smartphones del futuro serán plegables. Para ello, el directivo pone como ejemplo el actual iPhone 5, solo que con 1,5 pulgadas más de largo, una pulgada más de ancho, un 30 por ciento más delgado y doblado por la mitad, un dispositivo que en la mano sería un smartphone cuadrado con una pantalla completa listo para realizar una llamada o abrir una aplicación, pero que, al abrirse, tendría una pantalla enorme con una diagonal de casi siete pulgadas, mucho más grande que el Galaxy Note 2, permitiendo la utilización de aplicaciones que no funcionan en terminales más pequeños. Esta gran pantalla podría llevar cómodamente publicidad, aumentando el valor del ecosistema iOS e inclinando la balanza de la guerra móvil a favor de Apple.
Según George Colony, “un iWatch sería genial, pero un smartphone pequeño que pudiera transformarse en un gran teléfono volvería a despertar el interés de los consumidores hacia Apple y permitiría a la compañía para volver a liderar el camino de la innovación”. Eso sí, el directivo es consciente de que desarrollar un terminal plegable no será fácil. “La tecnología de bisagra tendrá que ser una obra de ingeniería, ya que el sistema de plegado invisible de la pantalla plantea problemas en los materiales y en las tecnologías óptica y táctil”, señala.