Un análisis del desarrollo de aplicaciones móviles hoy, que lo hace bastante diferente del desarrollo para la web, es la necesidad de definir la plataforma para la que se desarrolla. Es decir, no es lo mismo desarrollar una aplicación para Blackberry, para iPhone / iPad o para un Smartphone o tablet con sistema operativo Android.
Es que, al revés de lo que pasa en la web, si deseamos una aplicación que corra en distintas plataformas, tendremos que desarrollar una aplicación distinta para cada una, al menos en su mayor parte.
Entonces, la cuestión de elegir la plataforma para el desarrollo no es menor. Hoy estamos ante un auge de Android. La consultora Ovum pronostica un crecimiento constante para Android por al menos 5 años más, llegando al 48% en 2017. Muy atrás, siempre según este informe, lograría ubicarse iOS de Apple, con el 27%. Y aun mucho más atrás, con la mitad del marketshare de Apple, Windows Phone, gracias a su alianza con Nokia que ha sepultado al anteriormente exitoso Symbian. Los demás sistemas operativos no parecen contar demasiado.
Quiere decir que si tenemos presupuesto para desarrollar un solo sistema operativo, la elección debería ser Android, que hoy lidera el mercado y parece ser que esa tendencia se agudizará. Luego, iOS puede ser un buen complemento. Además, los desarrollos bien encarados para estas plataformas pueden correr tanto en smartphones como en tablets.
De todos modos, tiene sentido explorar las otras opciones: Windows Phone va a crecer mucho y habrá poca competencia, más aún ahora que Dell ha decidido inclinarse también por la plataforma de Microsoft. A su vez, Blackberry tiene un mercado muy fuerte en los países latinoamericanos, sobre todo en el mercado corporativo.
Por lo tanto, como ocurre casi siempre, hay que analizar hacia qué mercado nos orientamos: el corporativo o el individual, pensando en un gran futuro o privilegiando el presente. También dependerá de las preferencias de nuestros clientes: sabemos que muchas personas son fanáticos de Apple o de Blackberry, por cuestiones no totalmente racionales.
Mirando más allá en el tiempo, lo que probablemente suceda es que en unos años existan herramientas que permitan desarrollar software que, con pequeñas adaptaciones, pueda correr en varias plataformas.
Por Carlos Fontela.-
Gerente de Ingeniería de Software de C&S.-