Cada día más empresas están sumándose a la modalidad del co-working, es decir, compartir el espacio de trabajo con empleados de otras compañías.
Esta tendencia está ganando presencia en el mercado, ya sea para los profesionales freelance, Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) y hasta en las corporaciones multinacionales.
El concepto del co-working se refiere a crear un ambiente favorable para la innovación, donde personas de diferentes rubros pueden compartir el mismo espacio de trabajo. Esta modalidad, además de reducir los costos para las empresas, facilita la apertura de nuevas filiales y, también, los empleados, pueden probar nuevos productos con otras empresas. Esto representa una nueva forma de concebir los modelos de trabajo de las compañías, que en lugar de buscar mantener la confidencialidad de los procesos, apuesta a la transparencia.
Con áreas en común como salas de oficinas y para distenderse, los empleados tienen la posibilidad de interactuar y compartir sus ideas. Otro punto favorable es la diversidad, puesto que cada empresa posee una determinada metodología de trabajo, por lo que la convivencia ayuda a encontrar nuevas soluciones y prácticas para la resolución de problemas frecuentes.
El mercado está en un cambio constante y puede variar radicalmente de un momento a otro. Por eso, compartir un espacio de trabajo con otros profesionales es una oportunidad para compartir experiencias, capacidades e información, de forma ágil, la cual pueden facilitar el trabajo propio.
Cada vez existen más lugares para compartir los espacios de trabajo. Estos lugares cuentan con conexión a internet, espacio amplio, salas de reuniones y todas las comodidades que se necesitan para desarrollar las tareas diarias. En la ciudad de Buenos Aires se ubican en los barrios de Palermo, Balvanera o el centro porteño, donde ejecutivos y profesionales freelance se reúnen para compartir experiencias e innovar en sus responsabilidades diarias.