Sin lugar a dudas Big Data es una tendencia que está surgiendo y transformando, por un lado, la forma de hacer negocios y, por otro, el modo en que las personas comprenden el mundo a través de la tecnología.
Hoy en día no es para nada inusual observar que un CEO sentado en una reunión, saque su iPad y se pregunte cómo es posible que tenga más información sobre su desempeño jugando al Angry Birds que sobre su propia compañía.
Una vez más, la tecnología personal que consumimos en nuestros hogares un domingo a la noche está transformando los negocios. Tablets, Smartphones y las aplicaciones diseñadas para el nuevo mundo móvil, así como las nuevas formas de entretenimiento como la TV On demand, nos ofrecen información sumamente actualizada rápidamente y casi sin requerirla. ¿Por qué en el mundo de los negocios tiene que ser diferente?
En poco tiempo más, los ejecutivos dejarán de llevar trabajo a casa para analizar a través de sus BlackBerrys corporativos para pasar a tener información sobre su empresa en tiempo real a través de aplicaciones directamente diseñadas e instaladas en sus Tablets o Smartphones.
¿Pero cómo el área de IT puede atender la demanda de acceso más ágil a la información?: La respuesta es el concepto de Big Data.
Big Data brinda la posibilidad de obtener rápidamente “información sobre la información”, soportando la explosión digital que está creciendo en volumen (nunca antes tantos datos digitales eran generados), velocidad (nunca antes la velocidad de generación y la demanda de procesamiento de datos fueron tan altas) y la variedad (nunca antes había sido posible analizar información en forma de datos estructurados, imágenes, textos, videos, etc).
Big Data ya se está aplicando en ambientes de negocios generando resultados muy interesantes. Gracias a esta tecnología (es correcto que nos refiramos a “Big Data” como “una tecnología”), por ejemplo, una gran cadena de supermercados puede identificar que una joven cliente está embarazada antes de que ésta tenga el valor de contárselo a sus padres, simplemente conociendo y analizando su perfil de compra y sus actividades en las redes sociales.
En este sentido también, una compañía de telecomunicaciones desarrolló una aplicación que analiza los registros de llamadas en tiempo real e identifica los posibles fraudes, pero sobre todo analiza, por ejemplo, por qué determinado cliente redujo su perfil de llamadas, lo que genera una alerta para el equipo de marketing que atiende a ese cliente, que deberá buscar acercarle ofertas competitivas y evitar que dicho comportamiento se multiplique. Esta aplicación reduce los indicadores de pérdida de clientes, una métrica de negocio muy importante para las compañías de telecomunicaciones. El nuevo marketing contextual permitirá que algunas marcas de preferencia, combinadas con la ubicación geográfica de un consumidor, le acerquen oportunidades de compra u ofertas. Búsquedas en Internet, consultas climáticas o genéticas, sistemas analíticos capaces de generar y procesar petabytes de datos comienzan a formar parte de la realidad digital.
Aplicaciones similares pueden ser direccionadas internamente en las organizaciones, lo que permite a los gestores tener una visión general del “clima” de los equipos junto con indicadores de negocio. Mensajes y comentarios de colaboración digital que dejan huellas sobre características que antes no eran tangibles en las empresas.
Este escenario puede ser similar a la película de ciencia ficción “Minority Report”. Vigilancia combinada con sistemas de reconocimiento facial y patrones de movimiento pueden hacer del “Pre-Crime” una realidad.
¿Qué hace falta para que este nuevo ambiente de aplicaciones se convierta en una realidad en las organizaciones?
Se trata de aplicaciones transformadoras que usan arquitecturas diferentes de las que normalmente usamos. Están basadas en una nueva infraestructura con características “scale-out” al revés de los tradicionales “scale-up”. Soportan amenazas y clasificación de datos estructurados y no estructurados, normalmente combinando bancos de datos, sistemas de archivos y bases de datos NoSQL. Aplicaciones, procesamiento y datos convergen en módulos en lugar de capas como ambientes tradicionales. Sus analistas de datos son verdaderos científicos, que usan métodos de cálculo y conocimiento empírico para los “insights” de las aplicaciones. Son “datacientíficos” que diseñan interfaces de fácil visualización y comprensión de usuarios de alto nivel.
Una de las industrias que ya usa estos conceptos a gran escala es la industria del petróleo, que aplica el poder de la tecnología para reducir costos y tiempo de exploración. Las organizaciones que utilicen estas tecnologías para mejorar sus decisiones mantendrán una ventaja por sobre sobre sus competidores. Aquellas organizaciones que no puedan invertir en dicha tecnología, podrán disponer de una infraestructura a demanda gracias al cloud computing. Proveedores de servicio de infraestructura virtualizada están comenzando a estructurar plataformas para Big Data como Hadoop, a demanda.
Lo importante: Una decisión de negocio bien tomada, paga la inversión.