La estrategia es sin dudas uno de los temas mas apasionantes del mundo de los negocios, es el hilo conductor entre la cima del éxito y el fracaso, solo el rumbo que un líder imprime en su empresa indica la dirección que toma hacia un destino inexorable.
Centenares de especialistas en estrategia hemos escrito una y otra vez sobre el particular estilo que Steve Jobs plasmó en Apple para poner proa al éxito en el mundo de la tecnología. Jobs fue un líder indiscutido del mundo de la tecnología, que detrás de una densa nube de innovación supo esconder fuertes contrastes que fueron característicos de su personalidad y que seguramente concurrieron como componentes fundamentales para alcanzar la fórmula que le permitió trascender las fronteras Apple para convertirse en un líder global que marcaba tendencias.
Esta visión marca la cara de la moneda que lo diferenció de Bill Gates, el CEO de Microsoft, un líder indiscutido dentro de su empresa pero sin la capacidad de construir un liderazgo global en la mente de los consumidores, con menos innovación, con menos charme y con un olfato mas refinado para generar dinero, objetivo diferente al de Jobs, quien buscaba perpetuarse en la mente del consumidor con su intención de cambiar la vida de las personas.
El lanzamiento del Nuevo Ipad, marca el limite de una larga sombra que Jobs dejo sobre la compañía, que les permitió continuar con la magia intacta. El evento del pasado 7 marzo en San Francisco, marca el final de un estilo y de un liderazgo que los llevó a alcanzar un respetable valor de U$S 541.99 por acción al cierre de ayer en Nueva York.
El nuevo desafío de Apple es demostrar a todos sus fanáticos en todo el mundo, que Apple era “Jobs y el equipo”, y que sin el equipo, Jobs no tenía alma para construir esa imagen tan particular. Debe surgir una contra cultura, capaz de demostrar que lo más importante de Apple radicaba en el equipo humano que compone a la empresa y no en la visión de un líder.
Quizás Jobs con sus memorias intentó demostrar que era solo un hombre con virtudes y miserias como cualquier mortal, con aciertos y errores, y que gran parte de sus aciertos eran responsabilidad de un grupo profesional de elite, y no solo de su visión. Tim Cook, no solo es el actual responsable de manejar el destino de Apple, debe fomentar una nueva mística que sin traicionar a las raíces de Jobs permita tener la llama encendida de sus fanáticos.
Marcelo Lozano – Director CIO AMERICA LATINA