La empresa americana ha rediseñado por completo el logo de Windows para su nueva versión, que se lanzará este año. Una vuelta a los orígenes, en color azul, más elegante y sencillo y que refleja la apuesta por las baldosas en lugar de ventanas, principal característica diferenciadora del nuevo sistema operativo.
Microsoft ha presentado a través de sus medios sociales el que será el logo de Windows 8, la última versión del sistema operativo más utilizado a nivel mundial y que será lanzado este mismo año.
El nuevo logo ha sufrido un rediseño completo para adecuarse a las tendencias más actuales en este campo, con unas líneas más rectas que sus predecesores y con un aspecto más simple y refinado. Se eliminan los cuatro colores característicos de Windows y se sustituyen por un azul claro que se extiende además a las letras en las que aparecen las palabras Windows 8.
Este logo supone un reflejo del cambio de paradigma que sufrirá Windows con esta nueva versión, pasando de ser un sistema basado en las ventanas y los iconos, a unos nuevos entornos dominados por las baldosas, muy similares al nuevo icono representativo de Windows.
Asimismo, este logo supone una vuelta a los orígenes de este sistema, ya que como se puede apreciar en la gráfica comparativa, el primer logo de Microsoft Windows también destacaba por sus formas rectas y el color azul como dominante frente a la policromía que empleó Microsoft a partir del Windows 3.1 hasta la actualidad.
He aquí la evolución de los logos de Microsoft Windows desde sus inicios: