Se viene duro el camino para la empresa de virtualización.Pesos pesados de las TI como IBM, HP, BMC Software, Intel y Red Hat, han anunciado estos días que se van a unir para promocionar una plataforma de virtualización de código abierto como una alternativa a VMware.
Los fabricantes han formado la Open Virtualization Alliance (OVA) para desarrollar arquitecturas de referencia y mejores prácticas para una tecnología que, según Gartner, tiene menos de un uno por ciento de cuota de mercado. Su objetivo es intentar conseguir que las empresas consideren KVM como una alternativa a la plataforma de VMware, así como para conseguir un mayor soporte por parte de los desarrolladores.
Tom Bittman, analista de Gartner, no cree mucho en OVA. “Si no tienes cuota de mercado, estás uniéndote contra los grandes jugadores”. VMware ha demostrado ser imbatible en este mercado. Aunque ha perdido algo de cuota a favor de Microsoft y Citrix, sigue teniendo un 75 por ciento o más de la base instalada, según Gartner.
Lo que podría ser preocupante para los fabricantes es que VMware está alcanzando nuevas cuotas en las empresas, particularmente a través de la adopción de nubes privadas. En su primer trimestre, VMware afirmó haber conseguido 844 millones de dólares de ingresos, un incremento del 33 por ciento respecto al mismo trimestre del año anterior.
Lo que está ocurriendo, en opinión de Bittman, es que VMware está pasando de ser simplemente un fabricante de hypervisores a convertirse en un directo competidor de los grandes fabricantes, en parte, por hacer frente a sus herramientas de gestión, como Tivoli, de IBM.
“VMware va a seguir moviéndose para mantener su espacio”, ha declarado este experto, comentando que el esfuerzo por parte de OVA llega “demasiado tarde y demasiado débil”.
Al Gillen, analista de IDC, ha declarado que desplazar a VMware es muy difícil para cualquiera, incluso para Microsoft. “Es un problema del momento”. Pero Gillen sí ve una oportunidad para KVM, particularmente en tiendas Linux. “Hay una cantidad inmensa de compañías que siguen sin tener virtualización”.
OVA podría ayudar a producir “algún nivel de consistencia dentro de implementaciones KVM y creo que eso es algo positivo para la industria. Pero no creo que tener a todas esas compañías alineadas juntas las haga más capaces de desplazar a VMware”.
KVM es un proyecto de código abierto desarrollado por Qumranet, una compañía israelí adquirida por Red Hat en 2008.
Scott Crenshaw, vicepresidente y director general de negocio cloud en Red Hat, reconoce los obstáculos, pero insiste que los usuarios quieren alternativas a VMware. Una necesidad es la de contar con un mayor ecosistema de soporte por parte de los fabricantes. “No hay duda de que VMware está por delante en la creación de un ecosistema, tampoco la hay sobre que el mercado busca una alternativa abierta y viable y ése es el propósito de OVA”, ha explicado Crenshaw.