La industria TI ha registrado un ritmo sostenido de crecimiento, que se mantendrá en este año. De acuerdo a cifras de Gartner, en el año 2010 la industria TI movió US$ 3,4 billones a nivel global y se estima que en 2011 el mercado TI crecerá en torno al 5%. En esta misma línea, las proyecciones indican que los servicios de Cloud representarán un 10% de esta actividad. En Latinoamérica, las perspectivas también hablan de cifras auspiciosas.El pilar de este crecimiento es precisamente el nuevo modelo de negocios que está transformando la industria de las tecnologías de la información en una industria de servicios y tras lo cual está “la nube”.
¿Cómo llegamos a la nube? Simple. En los últimos años, la ola tecnológica estuvo marcada por el desarrollo de productos para consumidores finales. Vimos crecer los dispositivos móviles y sus aplicaciones. Crecieron las redes sociales, las plataformas virtuales y correos remotos. La penetración de la banda ancha en Chile ostenta cifras líderes en la región con 1,8 millones de conexiones de internet fija en hogares y 1,1 millón de abonados de la banda ancha móvil (BAM). El crecimiento de la tecnología personal se tradujo en un fenómeno sin precedentes: hoy, los usuarios chilenos cuentan con una infraestructura tecnológica personal superior, en muchas oportunidades, a la que utilizan en sus trabajos.
La industria comprendió que los usuarios quieren simplicidad e interactividad con la tecnología de manera agradable, rápida y centrada en sus necesidades: ahora es la tecnología la que se adapta a la gente y no a la inversa.
La revolución que trae consigo la nube, por una parte cambia el modelo de negocios de la industria TI, pero también cambia para las empresas la forma de relacionarse con su información y el rol que la tecnología adquiere en su ruta de desarrollo.
Con el cloud se abre un nuevo escenario de oportunidades: las barreras geográficas caen y las personas pueden acceder a contenido y a infraestructura tecnológica en cualquier lugar y momento. Cosas tan simples, que hasta ahora no eran posibles, como que una pyme pudiera tener un correo electrónico corporativo ya son factibles gracias al cloud.
Ya no hay límite a la creatividad porque ahora hay acceso a la infraestructura tecnológica de primer nivel, sin los requerimientos de inversión que hasta ahora hacía prohibitivas soluciones tecnológicas como las que son posibles en la nube. Sin duda, esta es una nueva revolución industrial, porque permite a empresas pequeñas operar a una escala global, tanto como consumidor cuanto como proveedor de productos globales basados en tecnologías, permitiendo el desarrollo de la industria de innovación Chilena en una escala nunca posible o imaginable.
En el año 2011 comenzaremos a entender concretamente el alcance de la nube. Lo que hasta ahora nos parecía un anuncio distante y ajeno, se transformará en una rutina y probablemente sea la nueva forma en que entenderemos la tecnología al menos por los próximos tres quinquenios. De acuerdo a las cifras entregadas recientemente por IDC, el mercado de TI de América Latina crecerá un 6,3% en 2011. En cuanto a los servicios Cloud, estos superarán los 200 millones de dólares en 2011 y continuarán creciendo a una tasa compuesta anual de cerca del 60% en los próximos cinco años, alcanzando la marca de mil millones de dólares para el año 2015.
En el nuevo paradigma que rige a la industria TI, también hay un nuevo modelo de computación. Complementamos los softwares dentro de los sistemas informáticos con modelos on demand a través de la nube. Y a partir de esta nueva forma de almacenar, compartir y usar la información surge el desafío para que las compañías generen un nuevo valor en la relación con sus datos.
Cloud en sí mismo no es una nueva tecnología sino un modelo de servicios que permite una mejor experiencia, con mayor eficiencia. En el cloud computing convergen las grandes tendencias del sector: la virtualización de la infraestructura y la movilidad. Los beneficios son múltiples y comienzan por los importantes ahorros en las glosas destinadas a la administración de datos, pasan por las ganancias en eficiencia y competitividad y siguen en los ahorros de energía que finalmente contribuyen al medio ambiente.
En esta nueva ola de la industria tecnológica, las empresas enfrentan un enorme desafío. A comienzos del milenio, en Chile se registraban cerca de 600 mil conexiones a internet y poco más de 2 millones a teléfonos móviles. Una década después, el acceso y los dispositivos son casi universales.
Este ciclo inevitablemente se repetirá en el sector empresarial, sin embargo la velocidad de este cambio dependerá en gran medida de la disposición a innovar en las empresas, particularmente de las calificadas por ventas como Empresas de Menor Tamaño (EMT) que, de acuerdo a datos del Observatorio Empresas del Ministerio de Economía, representan el 99% de la actividad del sector. Y, en esta oportunidad, las personas serán un gran aliado en el proceso de cambio, porque han sido finalmente ellos quienes han empujado este avance.
Lo constatamos recientemente con Minera Los Pelambres, que a través de una innovadora estrategia, decidió regalar a sus empleados el kit y estuche original de Office 2010 para que sus trabajadores lo instalaran y usaran en sus casas. ¿El resultado? Ellos mismos solicitaron implementar la actualización en sus puestos de trabajo. Lejos de ser una anécdota, este caso es una réplica de lo que ha ocurrido en el mundo y que ha conducido a esta nueva etapa de la industria TI.