Los emprendedores son la verdadera fuerza motriz de una nación, inclusive de una región. América Latina es sin duda un caldo de cultivo que ha sintetizado el talento de personas con alto valor creativo capaces de interpretar el cambio como una verdadera oportunidad para generar valor.
A diario podemos leer cientos de palabras referidas al movimiento emprendedor y a la inspiración que generan frases con hondo contenido emotivo que nos empujan a emprender, casos de éxito y metodologías que cada gurú interpreta y trata de transmitir de la forma que le resulta más lucrativa, para atrapar un trozo de sueño de cada emprendedor.
Muchas veces quienes peinamos canas nos creemos con derecho a opinar, criticar y torcer una línea, una idea, un proyecto y solo presentamos nuestras canas como antecedente para corromper el sueño y el potencial de personas que cultivan el fuego sagrado de la creación.
Las redes sociales se han vuelto un verdadero flagelo para el movimiento emprendedor, en la misma magnitud que los conectan con potenciales negocios, los conectan con timadores profesionales que en nombre de contactos, capital o negocios, les toman parte de su empresa sin colocar un centavo y en muchos casos son las mismas Universidades que apoyan a estos sujetos.
Los emprendedores son presas fáciles, sus principales fortalezas son sus verdaderas debilidades y el mundo 2.0 los deja expuestos a resignar parte o todo su sueño en manos de timadores que se esconden detrás de frases en inglés que se repiten y oficinas ambientadas con un snobismo patético.
Los cuervos 2.0 son quienes cuentan todos sus éxitos oralmente, pero jamás presentan una letra como prueba, son aquellos que hablan de éxitos que curiosamente nunca se comprueban, por que ciertamente el emprendedor quiere creer, necesita ayuda y los cuervos están allí para brindarla a cambio de todo o casi todo.
Si Facebook colocara un botón de pánico, similar al que colocó para los menores, que pudiese relacionar la verdadera hoja de vida de cada consultor, con su pasado judicial, con su historia empresaria y con referencias reales, sería una poderosa herramienta para preservar el valor fundamental de los emprendedores, sus sueños.
El emprendedor debe pedir un Currículum Vitae de cada responsable de un fondo o consultor que se acerca a sus ideas, están contratando un servicio y no pueden confiar sus sueños, su talento a un verdadero desconocido que habla bonito, con cierta tonada profesional.
Contrariamente a lo que el emprendedor pueda creer, lo valioso es su idea y no el capital de alguien que niega su pasado. Nadie pierde la oportunidad de ser inversor de una gran idea, por que le pidan su hoja de vida.
Las universidades muchas veces son cómplices involuntarias, los cuervos 2.0 se camuflan muy bien en el mundo académico, y ven en los profesionales recién recibidos, materiales que se regeneran en forma continua.
La transparencia en el mundo emprendedor debe ser cuidada y preservada por que es patrimonio de cada región y expresa el potencial que tenemos los latinoamericanos, para alcanzar una sociedad equitativa, capaz de generar crecimiento y trabajo que integre a todos los ciudadanos.
Esta reflexión no pretende cuestionar una actividad meritoria, solo alienta al emprendedor a ser un poco mas desconfiado, a no dejar que el canto de la sirena llegue a sus oídos y evitar que le roben los sueños.
Si buscan ayuda, antes de aceptarla chequeen muy bien las empresas, fondos y profesionales que van a ser parte de su nuevo emprendimiento. El talento emprendedor no tiene límite. NO LO REGALEN.
Marcelo Lozano
Director CIO América Latina