Los viejos canales de TV analógicos llevan banda ancha a sectores rurales de que estaban excluidos
América Latina vive la fiebre de la TV Digital, sin dudas la opción de la norma japonesa por presión de Brasil es la banda que la mayor parte de los países de la región van a adoptar, como es propio de nuestra naturaleza, creamos comisiones que asesoran a los asesores que promueven la creación de una nueva TV que aún nadie tiene claro como desarrollarla.
Si podemos hacerla facil, sin dudas en América Latina lo haremos dificil.
Prueba de ello es el séquito que se ha formado alrededor del tema de TV Digital, en donde muchos ingenieros creen haber encontrado el nirvana y el sentido de su vida y muchos políticos quieren repartir antenas sin importar el nivel de fritura cerebral que van a producir en la población.
Ahora bien, con el apagado analógico vamos a liberar un enorme segmento del espectro de comunicaciones de todas las naciones de la región, y dejar ese espacio en blanco sería una verdadera tontería tecnológica.
En Estados Unidos la FCC está asignando este espacio para la comercialización de banda ancha en zonas rurales que por los métodos tradicionales no era un negocio con factibilidad y sustentabilidad cierta.
También hemos investigado algunas pruebas exitosas en Canadá, en donde estos paises exitosos y del primer mundo no bajan los brazos ante la exclusión.
Inclusive esta nueva banda, abre y facilita el camino a la interactividad, y el cielo es el límite para nuevas aplicaciones asociadas a las nuevas tecnologías.
Los gobiernos latinoamericanos, deben prescindir de los opinólogos de turno, de los aspirantes eternos a cargos en el ámbito de las comunicaciones, y deben apostar al sentido común, a las universidades y al esfuerzo de empresarios que apuestan por el tema de la TV Digital sin dejar de mirar la problemática de la exclusión.
Resulta casi paradigmático que un simple clonero argentino, sea el mejor proveedor de la actualidad en conversores de norma japonesa. (Mientras todos hablaron Coradir pasó a la acción y logró resultados)
Cuando el resultado cambia el futuro de la gente, hay que promover el “hacer” por sobre el hablar y hablar.
Luego podemos discutir si la industria local sirve o perjudica, pero sin dudas las decisiones que la región tome en los próximos años nos darán las herramientas para combatir la exclusión.
Por Marcelo Lozano
Director de CIO América Latina