Negros nubarrones se ciernen nuevamente sobre el mundo de la tecnología, el planificado despegue de la actividad para el segundo semestre de 2010 puede convertirse en una pesadilla gracias a PIGS.
Surge con fuerza un nuevo eje crítico de la economía, PIGS es el acrónimo peyorativo con el que en algunos medios financieros anglosajones, se refieren al grupo de países del sur de la Unión Europea: P (Portugal), I (Irlanda), G (Grecia) y S (Spain, o sea España) y hoy tienen problemas para afrontar sus deudas públicas y comprometen la estabilidad del sistema económico internacional, haciendo que la crisis vivida en Estados Unidos sea considerada apenas un canapé de la entrada antes del plato fuerte.
A diferencia de USA en la que una montaña de dólares estatales logró convertir una enfermedad terminal en un accidente del sistema, la crisis en Europa se torna cada día mas grave y amenaza con un nuevo estancamiento en el mundo de la tecnología, tan afín a freezar las operaciones ante cualquier crisis.
Sin dudas, una crisis de estas dimensiones, hace repensar las estrategias de las compañías, ya no es cuestión de sortear la crisis, es necesario pensar en un modelo anti cíclico, que permita crecer a nivel mundial, a pesar de la crisis que se repiten cada vez más rápido, y cada vez con mayor virulencia.
América Latina es sin dudas un jugador que deberá pensar con cuidado sus movimientos, si bien el mercado interno de nuestros países no se debería ver afectado, solo Brasil puede vivir de su mercado interno y eso enciende los semáforos del resto de la región.
Las empresas globales, no pueden vivir ajustando su cinturón cada vez que una crisis se presenta y nuestra región, se abre a una cantidad de oportunidades.
Antiguamente, el crecimiento venía acompañado de la necesidad de infraestructura, hoy la tecnología permite generar crecimiento muy rápidamente, y gracias al tipo de cambio, América Latina puede ser una alternativa para crecer achicando el gasto.
El talento es la moneda de la nueva economía, tenemos los recursos y la capacidad de generar valor desde nuestra región.
La nueva alternativa no es salir a buscar desarrollos en Europa, sin dudas ahora hay que colocarse el sombrero de “socio de negocios”.
Hoy los CEOS de las grandes empresas de Europa deben demostrar su ADN de Cisne Negro, y no descarto que al igual que hace 500 años, crucen el Atlántico para crear los contra ciclos, que les permita sobrevivir en un mundo dinámico y cambiante que no admite posturas conservadoras ni errores estratégicos.
Quizás mi condición de argentino, me permite escribir esta nota con marcado optimismo.