Recuerdo que en el 2008, Nicolás Jodal, uno de los grandes referentes de la industria IT de Uruguay, decía –en su keynote de cierre del XVIII Encuentro Internacional– que “en unos tres años las aplicaciones empresariales van a ser como Facebook”.
En el auditorio hubieron sonrisas y alguno se animó a un poco más, y rió.
Pero Jodal no estaba haciendo uno de los inteligentes chistes a los que tiene acostumbrada a la audiencia. Estaba diciendo muy en serio que la Web 2.0 se metería en las empresas. De hecho, anunciaba que su empresa preparaba su plataforma de desarrollo de software, GeneXus, para que fuera más fácil construir este tipo de programas.
Ese día, una vez más, confirmaba nuestra convicción de transitar el camino correcto al crear Feng Office, nuestra oficina web, que no es otra cosa que una plataforma colaborativa para integrar la empresa a lo ancho y largo, y sus diferentes áreas.
Ahora, a poco más de dos años de haber oído a Jodal con su pronóstico, durante mi lectura diaria en los medios, me encontré con una noticia que acaparó toda mi atención: El 80% de las empresas estará en la Web 2.0 hacia 2013, según Gartner. Para ese año, pronostica que se producirá una consolidación importante del uso de este tipo de herramientas para crear y acceder a la información corporativa.
La parte más negativa de esto –y que se puede esperar porque todo cambio siempre tiene rechazo– es que la transición será un gran reto. Para ello cito al vicepresidente de Gartner, Jeff Mann, que señaló “existen diferencias fundamentales entre los estilos de trabajo que están orientados a archivos y basados en documentos, y los que son Web 2.0 y están basados en el navegador. Comprender y acoger estas diferencias serán factores importantes para determinar el éxito de la introducción de la plataforma de colaboración”.
Al respecto, más adelante en el informe, Mann continúa diciendo que “los usuarios que llevan años acostumbrados a utilizar las suites ofimáticas de un PC, como Microsoft Office, tienden a tener una mayor orientación hacia la gestión tradicional de archivos, y podrían encontrar desesperante trabajar en un entorno de Web 2.0 donde las personas editan un mismo documento al mismo tiempo”.
Para Gartner la diferencia entre ambas metodologías plantea un importante cambio de mentalidad, que puede llegar a afectar el nivel de desempeño y modificar la actitud en torno a aspectos como la seguridad. Estoy de acuerdo con la primera parte – en que se produce un quiebre en la forma de pensar. Pero soy un convencido de que el resultado es positivo. En todo caso cuando se utilizan plataformas colaborativas, el desempeño tiende a mejorar. En lo que es seguridad, que se trabaje en equipo no quiere decir que sea menos seguro.
Yendo más lejos aún, no creo que el implementar herramientas colaborativas en la empresa deba verse como un obstáculo difícil de superar. Los mismos miembros del equipo, en sus casas, o aún en el trabajo, hace rato que vienen utilizando servicios y herramientas web 2.0: seguro que están registrados en alguna red social como Facebook, o que poseen una cuenta de correo de Gmail o Hotmail; probablemente hayan subido una foto a Flickr o Picasa, y la hayan editado en línea; también cuando tuvieron una duda consultaron algún foro y por ahí se animaron a contribuir con parte de un artículo en la Wikipedia.
En Internet, por regla, siempre son los usuarios los primeros en adoptar la tecnología. Son pocas las empresas que toman la posta. Terminan siendo las personas las que producen –e introducen– los cambios. En todo caso, el desafío es que las compañías se adelanten. Da miedo pensar que todavía quedan lugares donde los sistemas aún se manejan en pantallas verdes o naranjas, y que esos usuarios que deben seguir tipeando comandos, son los mismos que hoy producen buena parte del contenido de Internet.
La tendencia es que todo sea web – ¿Google Chrome OS le dice algo? Y no hay dudas que la web 2.0 irá calando cada vez más en el entorno empresarial. Es hora de aprovechar todo el potencial y talento individual, pero colectivamente. Es inexorable.
Aunque coincido con Gartner en que no tendrá un dominio completo, porque hay situaciones en las que el trabajo con documentos resulta más apropiado que editar todos al mismo tiempo o hacerlo en un wiki, harán falta aplicaciones híbridas; plataformas colaborativas como Feng Office.
Conrado Viña
CEO de Feng Office