Conrado Viña – CEO de Feng Office
La ventaja de ser disruptivos
Cuando hace dos años comenzábamos a dar los primeros pasos con Feng Office –por aquel entonces llamado OpenGoo– y nos presentábamos como una alternativa a Microsoft SharePoint y a Google Apps, las respuestas más simpáticas que recibíamos eran miradas de curiosidad que parecían querer preguntar: “¿Están locos estos muchachos?”.
Siempre reconocí cierto grado de locura, aunque no la adjudicaba a la visión de la solución que queríamos construir – la cual estaba clara. El gran desafío era descubrir cómo clasificar lo que estábamos haciendo; a quiénes les iba a servir; cuándo; a qué precio.
Hoy, luego de más de dos años de duro trabajo, encontramos ese “pitch” (las palabras adecuadas, las respuestas correctas). Ahora sabemos que lo que llamamos en un principio “Oficina Online” hoy se define con más precisión como “Plataforma Colaborativa”; pero más exactamente es una “tecnología disruptiva”, que volverá a cambiar de nombre y que habrá de redefinir importantes mercados.
Nos hizo falta pasar muchas veces vergüenza, incomprensión, inclusive burla. Fue necesario leer centenas de artículos e informes de la prensa especializada, decenas de informes de consultoras como Garnter, Forrester e IDC. Entendimos que era fundamental leer los clásicos. Fue así que logramos entender qué estábamos construyendo, qué proceso estábamos viviendo, y qué más nos esperaba.
Los clásicos
Me he pasado todo este año leyendo casi todos los libros que con el tiempo comprendí que eran indispensables. ¡Sí, todos ellos este año! Y fue tan positivo el impacto de esta experiencia que me atrevo a compartir un título y las reflexiones que me han generado.
Quizás “The Innovator’s Dilemma”, de Clayton M. Christensen, no sea la guía más “útil” para un emprendimiento innovador, pero sí aporta una base argumental muy clara para explicar la forma en que hoy gestionamos el negocio. Por ello lo elegimos como base de esta columna.
La obra explica un fenómeno que se ha repetido con las tecnologías disruptivas. Básicamente, lo que el autor plantea se resume en la dificultad que tienen las empresas establecidas en la industria de identificar y contener a tiempo los cambios en las reglas de juego que provocan ciertas innovaciones tecnológicas.
Qué es la tecnología disruptiva
La innovaciones disruptivas, o tecnologías disruptivas, se definen como aquellas innovaciones tecnológicas que son por lo general más simples que la anterior, de menor precio, pero con un desempeño por debajo de la demanda mínima del mercado actual, lo que las hace aptas (en un principio) a un mercado pequeño, con baja rentabilidad. Además, la capacidad de innovación evolutiva de las tecnologías disruptivas presenta por lo general un ritmo mayor que el de las tecnologías que sustituye.
Las dificultades de las empresas establecidas son inherentes a su organización e ideología, establecidas para actuar en un mercado definido, con buenos márgenes, con clientes que ya conocen bien sus propias necesidades y que reclaman cada año soluciones más potentes y eficientes.
Feng Office es tecnología disruptiva
Con la base de los clásicos, los estudios de las consultoras, y la claridad aportada por Christensen, llegamos a la conclusión de que Feng Office es tecnología disruptiva. Feng Office es disruptiva porque:
-Está atacando un nuevo segmento al cual la tecnología existente no satisfacía.
-Ofrece menores precios. El negocio genera márgenes menores a los de las alternativas establecidas.
-La solución resulta ideal para un segmento pequeño de un gran mercado (PyMES de servicios profesionales). Pero los avances “evolutivos” (sustaining innovations) de esta tecnología tienen mayor velocidad que los que se logran con la vieja tecnología.
-Esta evolución permite que Feng Office pueda penetrar nuevos mercados a un ritmo creciente, mayor que el de las empresas establecidas (“incumbents”).
No pretendo insinuar que Feng Office será –necesariamente– el líder de este cambio; aunque confieso que es nuestra más ambiciosa visión. El descubrimiento es haber comprendido mejor dónde estamos parados, por qué estamos aquí, cuáles son nuestras fortalezas y oportunidades, y cuáles nuestros objetivos posibles.
Aunque The innovator’s dilema intenta explicar el problema para preparar a las empresas establecidas en el mercado, sirve a quienes estamos desarrollando tecnología disruptiva. Nos recuerda nuestras fortalezas y los riesgos que enfrentamos desde una competencia establecida cada vez mejor preparada para enfrentarnos. Además, las fuerzas que actúan en contra de las alternativas establecidas siguen siendo hoy muy potentes y alentadoras para los nuevos emprendimientos.
Esta convicción –a lo que sumamos el haber alcanzado una posición sólida en nuestro segmento, un equilibrio financiero, y un ritmo de innovación evolutiva suficiente– nos hacen mirar hacia el futuro con gran expectativa y confianza.
Conrado Viña
CEO de Feng Office