El Nuevo iPhone 3G S presume de encriptación basada en el hardware y enlazar (tethering) el dispositivo a una laptop que podría complacer a los usuarios corporativos interesados en proteger sus datos y aumentar la productividad.
Pero no, esos pasos no son lo suficientemente Buenos para la extendida adopción del nuevo teléfono inteligente dentro de grandes negocios, dijeron cuatro analistas. Los que el iPhone 3G S todavía necesita es un sistema, controlado por el personal TI de la empresa, para manejar y monitorear iPhones en grandes corporaciones.
Los grandes negocios “tienen que asegurarse que si van a hacer algo, esto puede ser auditado. Y para hacer eso, tienen que forzar al usuario a crear un ambiente consistente”, dijo Ken Dulaney, analista de Gartner.
El problema con el iPhone 3G S es “que no tienes una consola para reforzar políticas corporativas a todo un grupo de trabajadores”, dijo Kevin Burden, analista de ABI Research.
El iPhone 3G S tampoco permite procesamiento en segundo plano que le permite a los departamentos de TI correr actualizaciones y otras herramientas de manejo que le gustan a las grandes empresas, especialmente a las firmas financieras que están atadas a regulaciones federales estrictas para el tratamiento de los datos.
“Apple no ha encendido esto [el procesamiento en segundo plano], y sin ello la seguridad será limitada”, dijo Dulaney.
Burden dijo que Research in Motion, fabricante de los BlackBerry, y Microsoft, fabricante de Windows Mobile, tienen suficientes herramientas para manejar grandes despliegues de dispositivos, pero los iPhones no.
Steven Drake, analista de IDC, dijo que mientras terceras compañías de gerencia están haciendo herramientas para trabajar con el iPhone en ambientes de negocios, las herramientas son más difíciles de implementar y usar. Drake dijo que sabe de algunos negocios que han tratado de implementar el iPhone en varios trabajadores, pero se han retirado debido a las preocupaciones sobre manejo y seguridad en grupos grandes. A pesar de sus reservas, Drake llamó a las mejoras generales del iPhone 3G S para las empresas “un buen paso” de Apple.
Desde su lanzamiento en 2007, el iPhone ha sufrido de “envidia corporativa”, añadió Steve Hilton, analista de The Yankee Group. “Al haber sido construido para el segmento de consumidores, el iPhone ahora busca la mágica píldora azul para extenderse hacia las empresas. El borrado a distancia y la encriptación son necesarias, pero no suficientes” para la adopción en las empresas, dijo.
El iPhone tiene algo de tracción en ambientes de grandes negocios, con compañías como Kraft Food y Oracle. Pero la industria de los servicios financieros ha sido difícil de convencer. Por ejemplo, Bank of America prefiere quedarse con los BlackBerry más que con el iPhone por las capacidades de manejo centralizado que ofrece el BlackBerry Enterprise Server.
Mientras que Apple dijo que el enlace será permitido para usar el iPhone 3G S con una laptop para conectividad inalámbrica, algunos analistas piensan que la característica en “buena de tener”, pero podría no ser tan popular entre los usuarios corporativos.
BlackBerry y Windows Mobile han provisto de este enlace desde sus dispositivos durante mucho tiempo, pero sistema no es fácil de configurar. Una encuesta reveló que el uso del enlace es menor al 2% en los usuarios de BlackBerry, dijo Burden. “Asumo que Apple ha encontrado una manera de hacer que el enlace sea muy sencillo de configurar, y podría ser algo bueno, pero la mayoría de los usuarios simplemente no lo hace”, dijo.
El enlace necesitaría soporte del proveedor, y un vocero de AT&T dijo ayer que el proveedor lo soportará eventualmente, pero no dio ningún tiempo estimado. Los proveedores por lo general no quieren disminuir las cuotas mensuales que puedan cobrar a los usuarios de computadores portátiles por tarjetas de conexión inalámbrica, así que es posible que AT&T busque una manera de cobrar una cuota, a una tasa reducida, para enlazar el iPhone a una laptop u otro dispositivo, dijo el analista.
Los ejecutivos de Apple no respondieron a nuestra petición de comentarios.
Por Matt Hamblen, Computerworld (US)