Esta crisis económica internacional despierta el ingenio y la creatividad tanto de políticos como vendors que identifican en los gobiernos al único cliente con intención de invertir dinero para proyectos importantes.
Sin dudas las Ciudades Digitales son el nuevo paradigma para generar proyectos, con fines aparentemente honorables, y se dilapidan millones de dólares sin un sentido cierto.
El primer gran error es confundir el foco de una Ciudad Digital, en el 100% de las propuestas que he tenido la oportunidad de leer toman como centro de la Ciudad Digital a la tecnología, y no comprenden que el ciudadano es el centro de la Ciudad Digital, la tecnología es solo un atractor para mejorar la vida de las ciudadanos.
Una Ciudad Digital debe estar centrada en la persona, en su identidad y valores, debe ser integradora y orientada al desarrollo, en la cual todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y sobre todo conocimiento, para los ciudadanos puedan aprovechar plenamente sus posibilidades en la promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida.
Metodología
Es imposible construir una Ciudad Digital de forma imperativa, muy por el contrario debe ser netamente participativa, desde el gobierno se debe propiciar el diálogo con los diferentes actores involucrados en la temática, para generar consensos amplios en su definición; con la finalidad de que resulte una potente política de estado para aprovechar los beneficios de la Sociedad de la Información y el Conocimiento.
Los protagonistas de esta estrategia son los Ciudadanos. La participación del Gobierno se hace a los efectos de la coordinación entre todos los sectores y actores sociales, aunando criterios para la realización de las distintas acciones, cuidando que las mismas favorezcan la integración de todas las de mujeres y hombres, a las empresas y sobre todo a las comunidades menos favorecidas, contribuyendo con la producción y desarrollo local con foco en la inserción en el mercado global.
Todos los proyectos deben ser obligatoriamente monitoreados y evaluados continuamente para garantizar que se realizaran los cambios en tiempo real conforme a las transformaciones que sufre lo que hoy conocemos como economía del conocimiento.
Hacia un cambio de Paradigma
El cambio de paradigma provocado por la introducción y uso masivo de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) concierne al Ejecutivo de una Ciudad Digital por dos razones. Por un lado, el sector público puede ser un actor importante en la transformación de la sociedad hacia un nuevo modelo de organización social y productiva, basado en procesos y flujos intensivos de información y comunicación digitales.
Aprovechar las oportunidades para el crecimiento económico derivadas de las TIC, reducir las nuevas formas de desigualdad y lograr una mayor inclusión social implican el desarrollo, la implementación y la evaluación de estrategias de intervención pública que complementen o corrijan el accionar de los mercados.
Por otro lado, al digitalizar sus procesos, el sector público cambia su funcionamiento y la forma como cumple su misión, al tiempo que incentiva al resto de la sociedad a adoptar las nuevas formas de interacción. Así, la Ciudad Digital puede utilizar a las TIC como herramienta de transformación eficiente, transparente y al servicio de la democracia.
Por Marcelo Lozano Director Editorial de CIO America Latina –