¿Cómo el 2022 afectará las herramientas digitales en las que han llegado a depender? Estos rituales latinoamericanos que lo predicen.
Por Fabio Medina
Gerente General y Vicepresidente de Ventas – América Latina, Ciena
A medida que las familias y los amigos en toda América Latina se reúnen para celebrar el Año Nuevo, muchos participarán en tradiciones consagradas para fomentar la suerte, la buena salud, la riqueza y el bienestar.
Estas costumbres pretenden moldear y predecir los eventos futuros a favor de los participantes.
Ahora que millones de personas en toda América Latina dependen de la infraestructura en línea a diario para trabajar, entretenimiento y una conexión mutua, muchos también podrían preguntarse cómo el 2022 afectará las herramientas digitales en las que han llegado a depender.
Por suerte, los mismos rituales latinoamericanos en los que participan cada año son excelentes análogos de cómo pueden esperar que cambien sus vidas en línea en el 2022.
La cuenta regresiva
A medida que se acerca la medianoche en América Latina, millones de personas – desde Brasil en el este hasta México en el oeste – recibirán el 2022 contando los segundos que faltan para el Año Nuevo.
Esto se asemeja a la cuenta regresiva para la llegada de 5G, la innovadora tecnología de telecomunicaciones móviles que sin duda revolucionará la forma en que consumimos datos.
Los latinoamericanos en toda la región están esperando con entusiasmo el despliegue de 5G:
- 85% piensa que ayudará a reducir la brecha digital
- 80% cree que mejorará la educación a distancia
- Y 74% cree que estimulará la innovación y las empresas emergentes.[1]
La tecnología 5G les proporcionará a los usuarios más datos de forma más rápida, lo cual no podría llegar en un mejor momento, ya que la pandemia trasladó a gran parte de la mano de obra de las oficinas a sus hogares, depositando una enorme carga sobre las redes locales.
Aunque algunos empleados regresarán a la oficina, en general, las cosas no volverán completamente al statu quo anterior a la pandemia.
Más bien, esperamos ver un modelo híbrido de trabajo desde casa y oficina alimentado por las capacidades 5G.
Comiendo 12 uvas
Aproximadamente un minuto antes de la medianoche, muchos en la región se comen 12 uvas una tras otra – una por cada mes del año – en una carrera contra el reloj a medida que se acerca el Año Nuevo.
Esta tradición, que busca atraer la buena suerte, requiere una planeación y un ritmo cuidadosos para evitar un dolor de estómago, no cumplir con la meta del tiempo o atragantarse accidentalmente con una uva.
La convergencia IP/óptica o la modernización de las capas de red, lo cual requiere prospectiva junto con agilidad para responder a la creciente demanda de datos, se desplegará en toda Sudamérica, Centroamérica y el Caribe.
De hecho:
- 87% de proveedores de servicios encuestados declaró que la convergencia IP y óptica era “importante” para sus redes de próxima generación
- Mientras que el 29% creía que era “crítica”.[2]
Lanzar agua afuera de la casa
Uno de los rituales latinoamericanos más atesorado en algunos países del Caribe es la tradición de lanzar un balde de agua por la puerta principal para convocar buena suerte y un nuevo inicio para el Año Nuevo.
De manera similar pero atravesando cuerpos de agua mucho más grandes, desde 2020 se han tendido cinco cables submarinos que llegan a la región, mientras que otros tres están previstos para llegar entre el 2022 y 2024.
Solo en el 2021 se tendieron tres cables submarinos que conectan Brasil con:
- Portugal (Ellalink)
- Guatemala con Chile (SPSC)
- Y Brasil con Argentina (Malbec) que suman más de 16.100 kilómetros de longitud.[3]
En conjunto, estos cables reforzarán las conexiones en línea de los latinoamericanos, evitando así la mala suerte de la caída o pérdida del servicio.
Lentejas en mesa y su bolsillo
Se supone que un puñado de lentejas en el bolsillo asegura que el Año Nuevo traerá prosperidad monetaria.
En los últimos años, los proveedores de servicios han invertido mucho en sus redes para apoyar el crecimiento de actividades de gran ancho de banda como los videojuegos, el streaming, así como la realidad virtual y aumentada.
Hasta el 2021 hay aproximadamente 2.570 millones de ‘gamers’ en todo el mundo para los que los milisegundos de caída de ancho de banda pueden ser la diferencia entre la victoria la derrota.[4]
Además, se espera que el sector de la realidad virtual crezca de US$ 5.000 millones en el 2021 a US$ 12.000 millones en el 2024, lo que requiere importantes inversiones en redes para satisfacer la creciente demanda[5].
Estas inversiones mejorarán la latencia sin aumentar los costos de los consumidores, ayudando a acelerar el crecimiento y la rentabilidad de los proveedores de servicios.
Dar vuelta a la manzana con maletas
Por último, es probable que los visitantes de otras regiones que lleguen a diversas ciudades de la región a recibir el Año Nuevo vean a decenas de personas dando vueltas a las manzanas con maletas rodantes. Este es uno de los rituales latinoamericanos más extendido y, supuestamente, aumenta la probabilidad de viajar al año siguiente.
El Network Edge, o los dispositivos que se conectan directamente a Internet (las PC, adaptadores, módems, etc.), tendrán que manejar torrentes de tráfico nuevo en el 2022: cada vez más datos viajan tanto hacia como desde las redes personales y corporativas de los usuarios.
Este nuevo Network Edge proporcionará más ancho de banda, escalabilidad y eficiencia sin dejar de ser físicamente resistente.
Cuando los celebremos reunidos con nuestros seres queridos el 31 de diciembre, tendremos una buena razón para creer que los rituales anuales ayudarán a traer un mejor Año Nuevo.
Entre ellos estará una infraestructura en línea más rápida, más robusta y con mayor capacidad de respuesta, de la que ahora depende toda la región.
Ya sea a través de un puñado de lentejas o de una docena de uvas consumidas rápidamente, en el 2022 llegarán cosas buenas al Internet de América Latina.