La tendencia al nearshoring: viene creciendo. Es decir, equipos remotos con proximidad tanto en huso horario como en la cultura.
Por: Martina Massa ¦ Marketing & Communications Manager de Making Sense
La transformación digital y la globalización construyeron con los años un fenómeno que se profundizó con la explosión del trabajo remoto: el de los proyectos de desarrollo de implementación de software en distintos países, muchas veces con culturas, husos horarios y lenguajes distintos.
Los equipos onsite, es decir, esos que trabajaban físicamente en un mismo espacio, dejaron de ser practicables, entre otras cosas porque son muy difíciles de construir debido a la escasez de talento que hay en términos de habilidades digitales, además de la alta rotación que suele haber en este tipo de estructuras.
Las experiencias offshore, por otra parte, que proponen la provisión de los servicios de desarrollo desde puntos cultural y geográficamente muy lejanos, resultaron en brechas abruptas de comprensión entre las partes, así como en la fluidez a la hora de trabajar.
En el punto medio se ubica el nearshoring: el equipo se estructura a la distancia, pero cercanos tanto orque cuentan con un time zone apropiado como costumbres para entender y hacer negocios similares entre el proveedor y el cliente.
Tan lejos y tan cerca
Así, el equipo trabaja de manera sinérgica, la retroalimentación fluye más rápido, el control sobre el desarrollo se incrementa y los resultados, como consecuencia de todo lo anterior, suelen ser mejores.
Por otro lado, en caso de necesitarse algún encuentro cara a cara para reforzar una estrategia o corregir un desvío, el costo de traslados es razonable.
Sin embargo, al elegir un modelo nearshoring es necesario saber que existen algunas mejores prácticas a tener en cuenta para que este tipo de partnership resulte en el éxito.
La diferencia entre socio y proveedor
El nearshoring está íntimamente relacionado con los procesos de transformación digital: desde ese punto de vista, todos los servicios que abarque serán estratégicos para la organización.
1.- Por eso, el primer aspecto a considerar es que no se trata de elegir un proveedor
El asunto es encontrar un verdadero socio que esté alineado con el propósito de la empresa y tenga:
- Un enfoque proactivo
- Que desarrolle un discovery para detectar puntos de dolor y de oportunidad
- Que puedan llevar el modelo de negocios a un esquema verdaderamente digital
- Y que sea capaz de demostrar experiencia en proyectos de similares características
- O de una envergadura equivalente al que se está iniciando.
2.- Desde el inicio del proyecto deben estar perfectamente establecidos los alcances y las expectativas
Este es otro elemento que diferencia un proveedor de un socio:
- El primero hará lo que le indiquen (o, al menos, lo que logre interpretar)
- El segundo participará activamente de la construcción de la solución.
3.- La comunicación es un punto clave:
- Que todas las partes conozcan con claridad los objetivos y el impacto del proyecto en la organización
- Que las reuniones sean periódicas y con una agenda clara, para sacarles el máximo provecho
- Y que los responsables del proyecto estén disponibles cuando sea necesario.
4.- La transparencia es fundamental
No es posible la colaboración – y una sociedad de nearshoring es, precisamente eso: un trabajo colaborativo – si alguna de las partes duda de la honestidad de la otra.
La agilidad como base
Otra característica esencial en un socio tecnológico que acompañe bajo el modelo nearshoring es la agilidad:.
Es decir, la capacidad de:
- Adaptarse a nuevas necesidades del negocio
- Gestionar los riesgos
- Entregar iteraciones rápidamente
- Con altos niveles de calidad y productividad.
El liderazgo del equipo, también, un factor clave para que todo resulte de acuerdo a lo esperado.
La conducción de un grupo multidisciplinario y que no se encuentra físicamente en el mismo lugar es un desafío importante: el socio nearshore debe exhibir experiencia también en el manejo de estas situaciones.
Por otra parte, la toma de decisiones debe ser efectiva, siguiendo:
- Los procedimientos establecidos (y utilizando las herramientas consensuadas)
- Adoptando un enfoque orientado a la resolución de problema
- Y controlando la ejecución del desarrollo.
Esto se traduce en una entrega oportuna y orientada a la calidad, sin fricciones ni contratiempos.
En resumen, el modelo nearshore – cuando se elige el socio tecnológico adecuado – es eficiente en costos, promete resultados a alta velocidad y permite construir equipos de desarrollo con el mejor talento del mercado, sin sufrir incomprensiones culturales o trabajo a deshoras debido a los cambios de horario, como sí ocurre con los procesos offshore.
¿La paradoja? El nearshore construye un equipo remoto que pone los resultados esperados más cerca que nunca.