Según ha asegurado Google recientemente, citando los resultados de un reciente estudio al respecto, las aplicaciones basadas en cloud suponen importantes ahorros para las empresas.
La compañía ha ofrecido incluso un ejemplo típico, relativo a la Administración General de Servicios estadounidense (GSA) que optó por Google Apps este año y movió los sistemas de sus 17 mil empleados a sistemas bajo demanda. La GSA redujo el consumo de energía relativa a servidores de e-mail y aplicaciones de colaboración, en casi un 90%, lo que le permitió ahorrar unos 285 mil dólares anuales, en costos de energía en esa área, una reducción del 93% del total, según la propia Google.
El consumo de energía se reduce en el caso de Google, ya que los servidores de sus data center hacen un uso más eficiente de sus capacidades informáticas y de almacenamiento, además de aprovechar las economías de escala que supone centralizar los costos de mantenimiento y administración de miles de usuarios, insiste una fuente de Google.
“Una organización típica tiene muchos más servidores de los que necesita, para tareas de backup, fallas y picos de demanda informática. Los proveedores de servicios cloud, como Google, agregan las necesidades de miles de usuarios, lo que les permite rentabilizar al máximo los servidores que utiliza. Y nuestros data center utilizan equipamiento y software especialmente diseñado para reducir el consumo de energía. La nube puede hacer el mismo trabajo, de forma mucho más eficiente, que los servidores locales”, ha escrito en su blog Urs Hoelzle, vicepresidente de infraestructura técnica en Google.
Google ha estado promoviendo los beneficios de utilizar Google Apps y el software alojado en cloud durante años, en un modelo cada vez más aceptado. Junto a otros proveedores de informática en cloud, la compañía destaca constantemente que utilizar aplicaciones en la nube supone para las compañías importantes ahorros en adquisición de nuevo hardware y en el mantenimiento de software, mientras mejoran y simplifican la forma en que los usuarios pueden colaborar sobre documentos basados en servidor.
Sin embargo, los beneficios del software basado en cloud todavía deben ser contrastados con sus riesgos, como potenciales caídas o latencias de las aplicaciones, falta de compatibilidad con las regulaciones de protección en ciertos sectores y países y modelos de suscripción de software que pueden ser económicamente inconvenientes para algunas compañías en determinados escenarios.
Juan Carlos Perez, IDG News Service