Synergy Research Group reporta que el gasto de infraestructura de nube superó por primera vez a la instalación tradicional.
Es un hecho: Aunque la tendencia del último lustro ha sido a favor de la nube, las realidades o esperadas que desencadenó la pandemia ha hecho a esta tecnologÃa una de las grandes ganadoras del 2020.
Y, en adelante, ya no será vista como una tendencia. Ya puede hablarse con propiedad del estándar de nube, un mercado cada vez más competido ahora que las empresas descubrieron – a partir del uso masivo del home office – que se puede migrar casi en su totalidad al trabajo en la nube con un costo competitivo.
Los números hablan de una lección aprendida. Un informe de Synergy Research Group muestra que el gasto de las empresas en servicios de infraestructura en la nube creció agresivamente en 2020:
- 35% fue la tasa de incremento de los gastos en el sector.
- Casi US$130.000 millones fue la cifra neta de esta inversión.
En contraste, el gasto empresarial fue:
- 6% menos en hardware y software de centros de datos tradicionales.
- En US$ 90.000 millones cayó la inversión en este sector.
“Las empresas lenta pero firmemente están migrando a la nube y asà están mejor preparadas ante eventualidades”, señaló al ser consultado Germán Torres, Director de Transformación Digital de Snoop Consulting.
Bit virtual vs. Bit fÃsico.
Para los especialistas consultados, los números de Synergy Research evidencian que, en el contexto de la pandemia, más empresas están restringiendo severamente su gasto en activos de centros de datos locales.
“Hoy en dÃa no se justifica hacer una inversión en hardware. En este contexto, las ventajas de los servicios en la nube se potencian”, señaló el ejecutivo.
Destacó también que, parte de lo que las empresas – grandes y pequeñas – están evaluando en este momento es que, cuando se habla de instalaciones o infraestructura fÃsica hay que contemplar el total de gastos que incluye:
- Servidores
- Almacenamiento
- Redes
- Seguridad
- Software relacionado necesario para ejecutar el hardware
El gasto en infraestructura de nube, en cambio, puede gestionarse a un menor costo y concentrar tanto esfuerzos como recursos en los proyectos diarios.
“Desde las organizaciones más modernas hasta las más tradicionales están evaluando continuar con el trabajo remoto o mixto más allá de la finalización de la pandemia”, finaliza Torres.