Creados gracias a la Inteligencia Artificial (IA), los deepfakes agravan los riesgos que suponen la desinformación.
Más aún, la promueven para fines maliciosos que afectan en forma diversa, tanto para empresas como para naciones y personas.
La amenaza creciente que constituyen los deepfakes para la ciberseguridad, en general, es poco entendida.
Entre otras cosas porque los deepfakes retan nuestra comprensión. En general, confiamos en nuestros sentidos y pensar que estos pueden ser engañados es contraintuitivo. Por decir lo menos.
Más allá de los riesgos de fraudes, estafas o amplificación de phishing qué ya han comenzado a documetarse, estos dispositivos maliciosos agravan los problemas de desinformación.
Según una encuesta reciente liderada por la compañía, el 71% de los usuarios de internet perciben dichas amenazas de manera negativa y las asocian principalmente con el fraude.
Si bien los avances de la tecnología y la Inteligencia Artificial (IA) están trayendo consigo grandes avances, también están dando lugar a nuevas amenazas sobre todo a aquellos videos y audios generados por la IA que imitan personas y eventos con alta precisión, afectando la comprensión de la realidad.
“El desafío de separar lo real de lo artificial no solo es técnico. También cultural. La tecnología avanza rápido, pero necesitamos tanto tiempo como conciencia para adaptarnos y proteger la confianza en la información”, aseguró el director de estrategia de ciberseguridad para MCA en Trend Micro, Ignacio Triana.
Múltiples amenazas
El especialista de Trend Micro definió a los deepfakes como videos y audios generados por Inteligencia Artificial (IA) que imitan personas y eventos con alta precisión.
Tal es su verosimulitud que afectan la comprensión de la realidad de las personas, lo cual afecta la gestión tanto en empresas como en organizaciones gubernamentales.
La pregunta es: ¿qué tan realistas resultan los deepfakes? La buena noticia es que, en la actualidad, resultan bastante convincentes.
La mala noticia es que, a medida que la IA avanza también los hace aún más difíciles de identificar.
Es por ello que Triana advierte que, para mantener una postura crítica que combat la desinformación que estos dispositivos propicia, es necesario utilizar herramientas de chequeo de contenidos.
Dichas soluciones permiten buscar inconsistencias en el audio o vídeo, lo cual permite identificar un deepfake.
Esto es esencial para evitar los múltiples prejuicios que los deepfakes están ocasionando. Entre los más importantes sobresalen:
Desinformación
Los deepfakes pueden ser utilizados para crear contenido falso y engañoso. Dicho contenido puede:
- Influir en la opinión pública
- Afectar procesos electorales
- Y socavar la confianza en los medios de comunicación.
Fraude financiero y extorsión
Los ciberdelincuentes pueden crear videos o audios falsos de ejecutivos de empresas para engañar a usuarios comunes, así como hacer que transfieran fondos a cuentas fraudulentas.
Suplantación de identidad y robo de datos
Los deepfakes pueden ser utilizados para engañar a sistemas de reconocimiento facial o de voz. Esto les permite el acceso no autorizado a cuentas y sistemas.
Daño a la reputación
Más allá de la desinformación, crear videos o imágenes falsas de personas comunes o figuras públicas en situaciones comprometedoras puede dañar su reputación personal y profesional.
Ataques a la seguridad nacional
Pueden ser utilizados para crear mensajes falsos de figuras clave en la seguridad nacional, creando confusión y potencialmente desestabilizando un país.
Medidas emergentes
Para evitar estos males y evitar los efectos tanto de la desinformación como de los daños a la reputación, los equipos de Trend Micro estiman clave verificar el origen de los videos o imágenes.
Conseguir esto requiere de compararlos con fuentes confiables, mediante el uso de herramientas de chequeo de contenidos.
Trend Micro refiere, entre otras, a CrowdTangle, InVid y TweetDeck.
Con ellas puede evaluarse la autenticidad y asegurar que se trata de una oferta legítima, contactando directamente con la persona u organización que la promociona.