El crecimiento de las fintechs y los Neobanks a partir de la pandemia están redibujando el sistema financiero y de pagos de América Latina.
Es cierto que si alguna de las “tecnologías emergentes” parece hecha a la medida de América Latina (además de las redes sociales) son las tecnologías alternativas para las finanzas o Fintechs que tienen más de un lustro creciendo a paso vertiginoso.
Así que su crecimiento del último año indica, en principio, que estas startup y aplicaciones (en su mayoría) han superado el círculo de los amantes de la tecnología para alcanzar al gran público.
No obstante, en nuestro afán por indagar sobre el impacto en Latam de año y medio de pandemia, The Standard CIO fue atentado por un equipo conformado por:
- Víctor Almandoz, Gerente de Consultoría, IDC Latinoamérica
- José Daniel Cáceres, Analista Senior de Servidores y Almacenamiento, IDC Perú y Chile
- Mariangella Castagnino, Analista de Consumo, IDC Chile
- Oscar Guzmán, Gerente de Consultoría, IDC Latinoamérica…
- … y Natalia Vega, Directora General, IDC Chile y Perú…
… quienes revelaron los resultados de múltiples investigaciones sobre los impactos en todas las área tecnológicas en la región.
Esta vez con Vega y Almandoz como expertos en la evolución de las verticales de los sistemas financieros regionales.
Superar las expectativas
En este sentido, el equipo de IDC reconoció que, si bien la banca es el sector que – tradicionalmente – ha sido más proactivo en su transformación digital, especialmente porque compite con startups en todos los mercados, 2.020 brindó un nuevo y mayor impulso a todo lo que se estaba haciendo.
Los especialista señalan que la nueva realidad generada por la pandemia obligó al sistema financiero a acelerar el proceso de transformación digital “sin margen de error y sin interrumpir sus servicios”.
Según el equipo de IDC destaca que la nueva realidad obligó al sector financiero, en muy corto tiempo, a:
- Robustecer sus comunicaciones
- Asegurar que sus sistemas de seguridad sean óptimos.
- Y adecuar sus herramientas de comunicación remota para la continuidad de sus operaciones.
Pero esto fue solo el comienzo y solo dentro de la llamada “banca tradicional”.
En lo que se refiere a la esfera de las soluciones financieras, las Fintech introdujeron un incontable número de aplicaciones de banca digital, fáciles de operar y con avances tecnológicos incluídos, como la banca abierta (Open Banking).
Destacaron los especialistas que – muy pronto y muy rápido – algunas Fintech se hicieron tan grandes que se convirtieron en neobanks, obteniendo lo que denominaron “impresionantes resultados”.
Cambios acelerados
El continente, con muy pocos unicornios, siempre vio a las startups del fintechs como oportunidades en un segmento de nicho, pero con mucho potencial debido a la baja bancarización de, por ejemplo, los enormes mercados de Brasil y México, así como el muy interesante y emergente mercado colombiano.
Pero lo ocurrido durante la pandemia superó hasta los pronósticos más optimistas.
“Brasil – cuna de los neobanks – el más importante tiene más de 120 millones de dólares de capital de riesgo y está creciendo de manera sorprendente. También hay experiencias con neobanks en México y Argentina. Mientras que en Colombia, Chile y Perú están cerca de contar con estas nuevas organizaciones”, explicaron Vega y Almandoz.
Los especialistas de IDC destacaron que, además, banca minorista incrementó sus inversiones para proveer mejores experiencias a los usuarios finales, con sistemas de pagos orientados a:
- Tarjetas de débito;
- De crédito
- Y tarjetas contactless (Sin contacto)
Todo ello, en opinión de los analistas, empezó a hacer evidente que al menos una parte de la banca tradicional no estaba lista ni preparada para el reto que estaba suponiendo el cambio en el mercado debido a la pandemia.
Neobanks por las nubes en 2.021
En este sentido, tanto Almandoz como Vega coinciden que la nube y la proliferación de su uso hicieron evidente quiénes estaban mejor preparados para lo ocurrido durante el pasado año.
“Las instituciones bancarias tradicionales que no estaban listas con sus sistemas on site recurrieron rápidamente a sistemas en la nube, creando sistemas híbridos permanentes”, explicaron.
Explicaron que, entre tanto, las Fintech implementaron soluciones interesantes basadas en SaaS, PaaS e IaaS.
“Este modelo técnico financiero provocó que la banca tradicional tuviera que crear alianzas que hoy existen de forma continua y permanente”, añadieron los especialistas de IDC.
Todo ello preparó a buena parte del sistema para un 2.021 en el que IDC – basado en casos de uso y derivado de un análisis de gasto en TI – anticipa que:
- De un 22,4% puede ser el crecimiento en los pagos de servicios corporativos e intrafronterizos.
- 21,8% será el aumento en los sistemas automatizados de prevención e inteligencia de amenazas.
- Y de más del 20% será la adopción de sistemas de prevención y detección de fraudes.
“No todas las instituciones bancarias llegaron a este momento de crisis sin prepararse. Varias habían empezado a implementar sus nuevos sistemas previendo continuidad, respaldo y recuperación en casos de desastre. La tendencia de gasto mencionada se mantendrá los años por venir”, explicaron Vega y Almandoz.
Mucho por hacer
El equipo de IDC sur América reconoce que, más allá de los avances impulsados en los últimos 18 meses , la Transformación Digital en los países de América Latina aún tiene áreas por cubrir en su madurez.
Detallaron que esta situación no sólo aplica para el sector bancario y los Neobanks emergentes sino, también en los demás sectores de la economía, por ejemplo:
- Modelo de Innovación en Negocios;
- Disrupción Organizacional y Cultural;
- Gestión de talento, entre otros.
“Es importante mencionar también que el sector financiero es unos de los sectores que ha aumentado su inversión en los últimos años y se espera que continúe”, destacaron los analistas.
Al mirar las áreas de oportunidad del sector financiero en 2021, el equipo de IDC identifica que existe:
- Énfasis y preocupación en la optimización e incorporación de nuevos sistemas.
- Una prioridad en la protección de los datos en función de los estándares internacionales (por ejemplo, el Reglamento General de Protección de Datos europeo).
- La popularización de las criptomonedas…
- … Y la disposición tanto de bancos como de gobiernos para utilizar monedas digitales como respuesta a los problemas en el suministro de las monedas tradicionales.
“Esto último es una de las tendencias que más podría alterar el ámbito financiero en 2021 y a futuro”, concluyeron.