Las nuevas tecnologías, tales como banca en la nube están poniendo al alcance los servicios financieros para los 200 millones de Latinoamericanos – la mitad de la población adulta – quienes aún no tienen una cuenta bancaria.
Por: Enrique Ramos O’Reilly, Director Regional LATAM & Caribe de Temenos
Con la presencia de nuevos bancos digitales y plataformas de pago, ofreciendo productos innovadores a bajo costo, los bancos de consumo tradicionales han comenzado a prestar atención.
Según el Banco Mundial, en Latinoamérica existen 210 millones de ciudadanos que no poseen una cuenta bancaria. Esta amplia comunidad con falta de servicios ha comprobado ser un terreno fértil para los innovadores fintech e inversionistas. Por ende, incentivando a que los bancos de consumo tradicionales adopten la digitalización más rápidamente.
Al ofrecer productos y servicios que sean sencillos y accesibles, y al usar plataformas digitales y banca en la nube para mantenerse arriba, y al tener costos operacionales bajos, los nuevos bancos digitales de Latinoamérica y las plataformas de pago, están mejorando el acceso a servicios financieros, y, por consecuencia generando progreso social en la región.
Barreras de entrada
Cuando casi la mitad de la población está desligada a un banco tradicional, son menores las barreras de entrada para los innovadores.
Poniendo de ejemplo a Prestanómico de México, una plataforma de préstamos basada en la nube que simplificó el proceso de creación de créditos para generar préstamos personales económicamente accesibles en cualquier momento, y en cualquier lugar del país. Ahora, en su segundo año, Prestanómico ha colocado 1500 préstamos, duplicando su base de clientes e ingresos en el primer semestre del 2018. Su CEO, Guillermo Gomez del Campo espera que siga triplicándose en tamaño cada año en el futuro cercano; con la infraestructura en la nube este rápido crecimiento puede ser fácilmente adaptado.
El uso de la tecnología en la nube del core bancario de TEMENOS mantiene los costos más bajos posibles. Como resultado, puede aprovechar una nueva fuente de fondos para los prestatarios, y una tasa de rentabilidad más alta para los prestamistas.
Banco Azul de El Salvador, fue iniciado por inversionistas en el 2015, el cual optó por un modelo de negocio hibrido digital/tradicional, pero con un core bancario completamente digital para mantener los costos bajos y ser más ágil que los bancos de consumo establecidos en el país. En menos de dos años, el banco ha captado 26,500 clientes individuales y corporativos con uno de los mejores márgenes en el mercado.
Los Latinoamericanos están listos para la banca digital ya que la digitalización se está propagando rápido en la sociedad, en la economía y hasta en el gobierno.
En TEMENOS hemos estado monitoreando esta tendencia por algún tiempo. Por varios años hemos sido patrocinadores del estudio anual sobre tendencias de banca a nivel global por The Economist Intelligence Unit. Y este año, el tema de enfoque es sobre cómo los bancos de consumo tradicionales están prestando más atención a estos cambios.
Las tendencias que están generando más impacto en los negocios, según los bancos que formaron parte del estudio anual, son las más disruptivas a causa de la digitalización.
Cambiando expectativas
Tome por ejemplo, la manera en cómo las expectativas de los clientes están cambiando. Ricardo Guerra, director de IT de Itaú Unibanco en Brasil, nos dice que Whatsapp, con 130 millones de usuarios en su país, es ahora el canal de preferencia para que los clientes se comuniquen con los call centers. “Cundo el cliente va más rápido que tú en la digitalización, las empresas enfrentan retos”, expresa Guerra. Para facilitar respuestas en línea inmediatas y procesos de autorización rápidos, Itaú ha tenido que adaptar miles de procesos, así como la cultura interna del banco.
La presente amenaza por los nuevos bancos digitales y plataformas de crédito, como la de Banco Azul y Prestanómico, están llevando a los bancos de consumo tradicionales a acelerar sus estrategias de digitalización.
La competencia es real, sin embargo, los bancos de consumo tienen una razón más poderosa para adoptar nuevas tecnologías: La digitalización está siendo considerada ahora como la ruta más directa para bajar costos y mejorar los márgenes, siendo la mayor prioridad estratégica para más de la mitad de los bancos en la región, según el estudio de EIU. Para dar un ejemplo: los bancos están invirtiendo en nuevos procedimientos de perfilamiento de riesgos y de evaluación.
En el intento de bajar costos, los bancos están enfocando su inversión digital más ampliamente en canales de distribución individuales y en modernizar sus sistemas ‘front’ y ‘back’ para dar soporte a la experiencia digital end-to-end del usuario y operaciones autónomas que sean únicamente digitales. Por ejemplo, Banregio, un banco regional Mexicano (y uno de los más rentables) utiliza canales digitales para atraer a nuevos clientes de ahorro con productos de uso fácil y a bajos costos. En Brasil, TEMENOS ha apoyado a Itaú Unibanco a ejercer nuevas soluciones en la nube sin poner en riesgo las operaciones diarias.
La vía digital
Los gobiernos, mientras tanto, también están conduciendo a los bancos a la vía digital. Bolivia fue el primer país en la región en introducir la regulación al dinero móvil en el 2011, seguido por Perú, Brasil y otros. Una nueva ley en México está destinada a nivelar el campo de juego entre los bancos en función y nuevos participantes de fintech. Se espera que, al regular a participantes nuevos, los clientes van a estar más anuentes a probar nuevos servicios con el conocimiento que su dinero está siendo protegido.
Mientras tanto, Chile, México y Brasil están liderando en el mundo en cuanto a las adquisiciones (e-procurement) y servicios digitales (e-services), donde las administraciones públicas están requiriendo que los contratos con las compañías privadas sean completados a través de facturación electrónica. En cambio, las transacciones de negocios digitales, están ayudando a construir perfiles de crédito para muchas de las pequeñas y medianas empresas de la región – el primer paso para bajar los costos en préstamos para estas compañías.
Con el rápido crecimiento del conocimiento digital, el impacto de las nuevas tecnologías, y la competencia de nuevos participantes digitales, los bancos de consumo en América Latina tienen fuertes incentivos para bajar sus costos y extender su oferta a millones de clientes sin acceso a servicios financieros antes que sus rivales lo hagan. Al adoptar la digitalización ahora, los bancos tradicionales tienen una oportunidad única para estar a la delantera y ganar nuevos clientes con productos y servicios que sean más económicos.