La economía ha visto días mejores. Muchos departamentos de TI comenzaron el 2011 con un cauto optimismo, y grandes planes para modernizarse y expandirse; pero en medio del tumulto del pasado mes, más o menos, estos planes han sido dejados de lado.
Incertidumbre. Incluso antes de la actual crisis económica causada por la extorsión política sobre el límite de la deuda, y la subsecuente histórica degradación del rating crediticio de Estados Unidos, la economía se encontraba en una tímida recuperación. En una encuesta a 563 profesionales TI llevada a cabo por nCircle en marzo, el 48% de los encuestados sostuvo que la crisis económica había impactado en las iniciativas de seguridad en su organización, un porcentaje muy por encima del 11% del 2010.
A las empresas no les gusta un clima de incertidumbre financiera. El capitalismo se trata de tomar riesgos, pero los buenos negocios se tratan de tomar riesgos calculados con algún grado de predictibilidad. Cuando se produce un caos económico, las empresas tienden a resguardarse y a atesorar lo que tienen. Cuando todo se calma, y pueden ver quien queda parado, y tienen alguna idea de qué hay arriba, el flujo de dinero se restablece.
Sube la vara. Pero no para bien. Cuando la economía cae, la vara sube pero para determinar cuándo un retorno a la inversión (ROI) es aceptable. En una buena economía, cuando los ingresos y las ganancias fluyen con mayor libertad, los proyectos de TI son aprobados en base a retornos menos tangibles, pero cuando la economía baja, las empresas se apresuran a recortar los proyectos y enfocarse solo en las inversiones en TI con un impacto concreto sobre los resultados.
¿Qué significa esto? Eso significa que los proyectos como la virtualización de los servidores en un centro de datos, o la migración de los servidores y los datos a la nube -proyectos con un claro costo-beneficio- tienen más probabilidades de aprobarse, pero que otros proyectos como la actualización de PC son postergados o cancelados. Las nuevas PC pueden tener un desempeño más rápido y mejorar la productividad, pero no lo suficiente como para justificar la actualización o reemplazo de los equipos que la empresa ya tiene y que parecen estar funcionando bien.
Recursos. Cuando los presupuestos se recortan y el dinero escasea, a los trabajadores TI se les pide que hagan más con menos. No solo las empresas ya no contratan más trabajadores TI para aligerar la carga y ayudar a que TI funcione con mayor eficiencia, sino que muchas firmas incluso reducen el personal de TI para ahorrar unos dólares y esperan que los que queden se encarguen de todo.
Cuando una economía va bien, y las organizaciones no están operando desde una perspectiva que solo busca la simple autopreservación financiera, los departamentos de TI pueden tener las herramientas y servicios que necesitan para hacer sus trabajos con mayor facilidad. Con un presupuesto de TI más pequeño, administrar y mantener la infraestructura TI puede ser una tarea más tediosa.Tony Bradley, PC World (US)