Todavía solo es una posibilidad, pero una Pemex que – al fin – ha salido de la pérdida operativa crónica podría ser un gran jugador en el mercado telecom.
CIO AMÉRICA LATINA | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
Una de las razones por las que se “abre” un mercado a distintos (muchos) participantes es porque se espera que hayan fuertes y grandes inversiones que generen un círculo virtuoso en la economía.
En el caso de México, la razón fundamental que argumentan las autoridades en el caso del mercado de las telecomunicaciones es que la inversión y sus efectos llegue a zonas y regiones tradicionalmente olvidadas pero, sobre todo, que puedan participar de los distintos servicios la mayor cantidad de ciudadanos posible en los 1.964.375 Km cuadrados que abarca el país.
Por supuesto, la sola extensión ya lo hace difícil y, por ello, la llamada Red Compartida se espera con ansias pues, en teoría, deberá competir con la primera red del país: la de América Móvil.
Pero, recientemente, una entrevista para Forbes México le recordó a la nación (y al mundo) que hay otra red “latente” que podría ayudar en la prestación de servicios del mercado azteca: la de Petróleos Mexicanos, Pemex.
No es poca cosa. Ya fuera que la empresa decidiera compartir su infraestructura eléctrica o la de telecomunicaciones, es seguro que movería significativamente el estatus actual de estos mercados.
Pero, ¿es posible? ¿Tiene sentido? ¿Qué se requeriría?
Alguna vez fue segunda
En una entrevista publicada recientemente por Forbes México, el director general de la empresa, José Antonio González Anaya, expresó que Pemex estaría evaluando la posibilidad de licitar su infraestructura de servicios aunque no dejó claro si la empresa:
- Mantendría participación accionaria en las empresas resultantes.
- Si estás licitaciones serían buscando compradores o socios comercializadores y/o administradores de estas infraestructuras.
¿Por qué hablamos en plural? Porque, como González Anaya reconoció en la entrevista para Forbes, la infraestructura actual de Pemex podría cambiar sectores como el de las plantas de tratamiento de aguas y la generación de electricidad, además del Telecomunicaciones.
El ejecutivo, sin embargo, dejó en claro que están evaluando oportunidades en todos estos mercados.
Aunque México no es como Venezuela (con yacimientos e infraestructura, prácticamente, en los cuatro puntos cardinales del territorio) o Colombia (concentrado en zonas tradicionalmente aisladas), igual la infraestructura de Pemex puede impactar en forma explosiva el mercado de las telecomunicaciones mexicano.
¿Fiel de la balanza?
¿Por qué? Porque, precisamente, fueron las limitaciones de Telmex para satisfacer las necesidades de servicio de la petrolera la que llevaron a que, hace 10 años, tuviera la segunda mayor red de importancia en telecomunicaciones.
Es probable que ya tanto Telefónica como AT&T hayan modificando esa correlación pero, de igual modo, la infraestructura de la empresa es muy importante en el sur del país por lo cual podría ser una oportunidad para el consorcio en torno a la Red Compartida.
Además, incluso en esas regiones y ciudades donde convivían Pemex y Telmex, la apertura de la red de la primera podría ser la solución a los costos de interconexión que las otras operadoras tienen que pagar al Grupo Slim.
Aunque aún se esté evaluando, el ingreso de esta infraestructura la mercado podría reducir las asimetrías del mismo, haciéndolo más competitivo y próximo al ideal que se ha planteado el IFT. Podríamos pensar en un impacto similar al que se espera con la Red Compartida. Nada más y nada menos.